Opinión

Suele haber vidas paralelas

Por: Diario Concepción 18 de Junio 2017

Plutarco escribió entre el 96 y el 117 dC. un libro llamado Vidas Paralelas, en el cual compara personajes clásicos de Grecia y Roma, de parecidas características y trayectoria de vida, una posibilidad cierta si se dispone de suficiente distancia para ver todo el bosque.

Más cerca, en este último par de siglos, hay otro par de vidas, sino paralelas, con similitudes apreciables, la primera es la de Selma Lagerlöf, nacida el 20 de noviembre de 1858 en Mårbacka, Suecia, se graduó de profesora, ejerciendo como tal en un liceo de niñas. Se dedica a la literatura, con grandes obras, pero dos de ellas, muy diferentes, marcan su existencia, la novela Jerusalén en la cual relata la saga de granjeros de un pueblo pobre de su país, que migran a la ciudad santa y El maravilloso viaje de Nils Holgersson, su libro más popular, encargado como libro de texto para las escuelas y obra de culto de la literatura infantil. En 1909 recibió el Premio Nobel de Literatura.

La segunda es Lucila de María Godoy Alcayaga, nacida el 7 de Abril de 1889 en Vicuña, en el Valle del Elqui, se dedica a la enseñanza, como maestra rural durante quince años, escribe una poesía de acento genuino y entrañable, parte de su no muy abundante producción está dedicada a los niños. En 1945 la Academia Sueca la galardonó con el Premio Nobel de Literatura.

Las dos tuvieron parecido destino, las academias y los intelectuales las redujeron, la primera a escritora de cuentos aptos para señoras ñoñas y niños y a la nuestra, como poetisa lacrimosa de niños con frío. Sin embargo, ambas fueron potencias intelectuales y políticas enormes y ambas están volviendo recién al reconocimiento que no debieron perder, en lo relativo a la profundidad y amplitud de su pensamiento. Con ambas se está haciendo tarcía justicia.

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