Durante 13 meses funcionó Treblinka, campo de exterminio en que la perfección y rigurosidad germanas fue puesta al servicio del horror. Se montó una verdadera industria, que se fue optimizando en tecnología y organización, con el objetivo de lograr alcanzar la mayor eficiencia y eficacia en el exterminio de judíos, gitanos y eslavos.
Durante 13 meses llegaron sin parar vagones cargados con miles de niños, mujeres y hombres, ancianos y jóvenes, lactantes y embarazadas, para ser eliminados por su origen. En ese periodo, aquellos cobardes y reprimidos nazis, alemanes y ucranianos, fueron capaces de las acciones más crueles e insensatas en contra de otros, muchos de los cuales ni siquiera fueron juzgados y terminaron apaciblemente sus vidas, como si nada hubiesen hecho, caminando de manera pacífica, cuales psicópatas integrados, entre miles de apáticos, aprovechándose de la impunidad de la circunstancia de que casi todos quienes pudieron haberlos identificados murieron, siendo sus cuerpos incinerados o removidos (cuál operación "retiro de televisores") para impedir ser descubiertos.
Entre julio de 1942 y agosto de 1943, fueron ejecutados en sus cámaras de gases alrededor de un millón de seres humanos, quienes eran desnudados, separados de sus seres queridos, golpeados, mutilados, humillados. En este matadero incluso se reciclaban partes de cuerpos para ser usados en otros procesos industriales que la ingeniosa ciencia alemana había implementado para no desperdiciar nada.
Según Vasili Grossman, cuando a una persona se le desnuda, pierde la fuerza para resistir, para luchar. De hecho, para impactar más a todas sus víctima, un SS, llamado Zepf, sacaba de la multitud a un niño desnudo y golpeaba su cabeza en el suelo hasta matarlo. Llegaron a levantar tarimas alrededor de los hornos y llevaban a los más débiles para que presenciaran como ardían los muertos lanzados por miles.
Todo esto se extendió hasta el 2 de agosto de 1943. Zelo Bloch, un oficial checoslovaco, alzó a los prisioneros, que no tenían nada que perder puesto que de todas formas serían asesinados, logrando no sólo huir, sino que destruir parte del campo. De 700 que escaparon, sólo sobrevivieron 70. Treblinka operaría solo hasta fines de ese mes.
Estas bestias asesinas eran como usted o como yo, tenían vidas normales, pero terminaron siendo los más despiadados y feroces torturadores y carniceros, aunque parecían seres humanos, ¿o lo eran?