Pamela Espinosa B. Psicóloga,
Magíster en Desarrollo Organizacional
consultoradesafio.cl
¿Cree usted que en su trabajo o proyectos, basta con tener el mejor desempeño posible, con ensamblar un gran equipo de trabajo, y con celebrar las grandes eficiencias, ahorros e innovaciones logradas, si el producto que usted entrega a los equipos de trabajo del siguiente eslabón de su cadena de suministro, no saben cómo sacar el mejor provecho de las mejoras que usted y su equipo están realizando?
Hace alguna semanas reflexionamos respecto a los thinkers, que son las personas que durante la mayor cantidad del tiempo de trabajo, se dedican a hablar de lo que se debería lograr. Hablamos también de los doers, las personas que se dedican a hacer las cosas y a materializar los cambios.
Sin embargo, si una vez logradas las mejoras, cambios y desarrollo del producto por el que trabajamos día a día con nuestros equipos de trabajo, no nos aseguramos de que nuestro aporte sea percibido y aprovechado por los otros departamentos productivos o eslabones de la cadena de suministro, el impacto que tendrá su esfuerzo y el de su equipo será casi nulo en la calidad y productividad del producto final que se está entregando.
La teoría del supply chain management o gestión de la cadena de abastecimiento (que se encarga de la integración eficiente de proveedores y de los procesos de producción, transporte y entrega final del producto) hace énfasis en que toda la ingeniería, esfuerzos y mejoras realizados son inútiles si los eslabones finales no integran los logros y mejoras del producto o el servicio realizado en los procesos anteriores de la cadena.
¿Cuánto de su tiempo laboral diario es para asegurar que el esfuerzo de innovación sea aprovechado? Planifíquese y dedique parte de su tiempo de trabajo, a realizar un breve chequeo para observar cómo están aprovechándose las mejoras que usted ha incorporado.
Atrévase a entrenar a una o dos personas de su equipo para que permanentemente estén asegurando la permanencia del valor que se ha logrado en los procesos anteriores a lo largo de toda la cadena de suministro ya sea de un servicio o de un producto final.
Nuestra capacidad como líderes de proceso para comunicar todos aquellos aspectos que caracterizan la calidad del producto desde el inicio de la producción hasta que llega a las manos del cliente, puede mejorar de manera drástica la percepción de calidad y de valor que el cliente final tiene de su producto.
No saco nada con producir un pastel elaborado con las mejores almendras del país, las cuales han sido trasladadas con la mayor rapidez posible para perseverar sus propiedades si mi cliente final no lo sabe, y todo este esfuerzo anterior de mi cadena productiva, el cliente lo desconoce. Atrévase a aumentar el valor de su producto o servicio de forma automática asegurando el máximo aprovechamiento de todas las mejoras realizadas en el proceso de producción.
Y lo más importante: ¡dígaselo a su cliente!