Opinión

Opinión: "Un recuerdo a esos académicos de los ‘80", por Danny Monsálvez

Por: Diario Concepción 17 de Noviembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1216.jpg

Danny Monsálvez Araneda
@MonsalvezAraned

Este 2016 se recuerdan 30 años de uno de los momentos más ignominiosos de la historia de nuestra U. de Concepción. A comienzos de 1986 un grupo de 6 académicos y más de 260 alumnos eran exonerados y expulsados de la UdeC.

La decisión había sido tomada por el Rector delegado Guillermo Clericus, como una forma de amedrentar y coartar la participación y organización académica y estudiantil que por aquellos años comenzaba a tomar fuerza al interior de la casa de estudios. 

Desde su llegada (1980), Clericus impulsó una política de hostigamiento y exoneraciones contra el personal docente y estudiantil. Antes ese escenario, algunos académicos decidieron convocarse para dar vida a organizaciones al interior de sus facultades.

Si bien hacia 1980 se había formado la Asociación Universitaria y Cultural Andrés Bello, como espacio para pensar y discutir lo que estaba ocurriendo con la intervención militar en las Universidades, no será hasta mayo de 1984, cuando surjan las primeras asociaciones de académicos en la UdeC. Ingeniería sería la primera, luego vendría Ciencias, Medicina, Educación, Humanidades y Arte y la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, hasta finalmente constituir la Asociación Gremial de Académicos.

Sin duda este proceso no cayó bien en las autoridades universitarias de la época. Así, a fines de enero de 1986, se procedió a la exoneración de los académicos Pedro Vera, Hilda Cid, Juan Carlos Ortíz, Víctor Bustos, Víctor Silva y Marco Antonio Allendes. Los tres primeros partes fundantes de la Asociación. ¿Cuál fue su “pecado”? Entre otras cosas organizarse y exigir el término de los rectores delegados y de la intervención  militar en la Universidad.

Sectores políticos, sociales, académicos hasta un Comando de Defensa de la Universidad, se constituyeron para expresar su solidaridad y repudio a este infame hecho.
Luego de semanas de movilizaciones y protestas, los académicos fueron reintegrados. De ahí en adelante, la Asociación de Académicos tomó mayor fuerza e impulso para solicitar/apurar la salida de Clericus y el retorno de la UdeC a los universitarios.

Después de 30 años y en medio de una investigación en curso que estamos desarrollando sobre éste tema, cabe el recuerdo para esos académico/as que en momentos difíciles fueron capaces de trabajar mancomunadamente y alzar la voz para hacer frente al periodo más oscuro de la vida de nuestra Universidad.

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