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Opinión: "El desafío de aportar al desarrollo regional", por Sergio Castro

Sergio Castro Alfaro Vicerrector Sede Concepción Universidad San Sebastián

Por: Diario Concepción 31 de Octubre 2016
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Sergio Castro Alfaro
Vicerrector Sede Concepción
Universidad San Sebastián

La Región del Bío Bío, en especial Concepción, tiene una marcada identidad universitaria. La capital regional ofrece una amplia diversidad de opciones que reflejan la riqueza del sistema de educación superior chileno que se ha construido en los últimos treinta años. De este modo, la matrícula en universidades asciende a 92 mil estudiantes en la región. 

Así muchos de los profesionales que han contribuido al desarrollo de esta zona, independiente de sus ciudades de origen, fueron formados en casas de estudios locales que les transmitieron su compromiso con la región. No obstante, para continuar siendo pilar del crecimiento, las universidades deben enfrentar desafíos que les permitan mejorar los estándares de calidad en todas las áreas y dotar a sus egresados de las herramientas que los capaciten para generar un real impacto en su medio.

Las universidades tenemos el deber de formar profesionales no sólo competentes en su área disciplinar, sino además con un alto sentido social, cultura cívica tan necesaria en estos tiempos, emprendedores y capacitados para desarrollar capital social. Asimismo, debemos ser capaces de inculcarles la responsabilidad que tienen con la sociedad al acceder a mayores niveles de formación.

Otro aspecto relevante es que las instituciones de educación superior debemos preocuparnos de formar a profesionales pertinentes a las actuales y futuras necesidades del país. Temas emergentes como el acelerado envejecimiento poblacional, los cambios epidemiológicos, la necesidad de promover el uso de energías renovables y la urgencia de resolver los problemas medioambientales nos obligan a formar profesionales que tengan los conocimientos y la experiencia práctica para abordar estas materias. Del mismo modo los programas de postgrado y formación continua deben ser atingentes a esta nueva realidad.

También es un desafío para las universidades que los proyectos de investigación que lleven a cabo tengan un real impacto en los sectores productivos y que contribuyan a la necesaria diversificación de nuestra matriz productiva.

Por último, considero fundamental propiciar el trabajo colaborativo entre las diversas instituciones que se traduzca en un impacto positivo para las cuatro provincias. En la Región del Bío Bío, a diferencia de lo que sucede a nivel nacional donde hay diferencias más marcadas, las instituciones de educación superior podemos aunarnos para trabajar en pro del desarrollo de la región. Ese debe ser nuestro norte y el objetivo que nos convoque.

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