Editorial

Más allá de la restricción vehicular

Hay que recordar que el año pasado se adoptó una especie de restricción vehicular en el Puente Llacolén, frente a la cual igual hubo posiciones divergentes sobre su efectividad.

Por: Editorial Diario Concepción 05 de Marzo 2024
Fotografía: Raphael Sierra P.

Es cierto que el transporte público, a veces, es complejo de usar, sobre todo en las mañanas y en las tardes. Pero, lo cierto es que el Gran Concepción no resiste la presencia de más vehículos circulando por las calles.

Lo anterior, ha puesto de cabeza a las autoridades locales sobre las medidas respectivas para paliar una situación complicada, especialmente cuando se produce la salida y el retorno a los hogares, sea por trabajo o por clases en recintos educacionales.

Hasta ahora, la idea de colocar una restricción vehicular en la zona incluso ha enfrentado a autoridades sectoriales y regionales.

“No podemos estar conformes (…) Cuando vemos que no hay medidas para los autos particulares que representan una fracción de la movilidad del recorrido del día a día y hay un problema evidente de exceso de demanda sobre la infraestructura vial del Gran Concepción y no hay una restricción del parque (automotriz) evidentemente no vamos a estar satisfechos”, dijo Óscar Ferrel, jefe de la División de Infraestructura y Transporte del Gobierno Regional de Biobío.

“La verdad que lo de la restricción vehicular es una cosa complicada porque tiene algunas aristas jurídicas que en escrito rigor no permiten que sólo desde el Ministerio de Transporte podamos aplicar la. Tienen que ver condiciones que, a la luz del análisis jurídico, permitieran realizar eso. Lo segundo es que la restricción vehicular también necesita de un equipo de fiscalización en calle que pueda controlarla y eso implicaría destinar mucho personal del Programa Nacional de Fiscalización, de Carabineros para que la restricción vehicular sea efectiva, porque si uno establece una medida de restricción vehicular y después no la controla y no es efectiva, da lo mismo que se aplique o no se aplique”, dijo Jorge Daza, subsecretario de Transportes.

Ambas miradas pueden ser válidas. Hay que recordar que el año pasado se adoptó una especie de restricción vehicular en el Puente Llacolén, frente a la cual igual hubo posiciones divergentes sobre su efectividad.

En todo caso, más allá dela prohibición de circular, lo que debe ocurrir es que el transporte público ofrezca un mejor servicio y también que conductorea y conductoras oprten por dejar sus vehículos en casa o los usen solo si es muy necesario. Es momento de acercar es brecha.

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