El número de trabajadoras y trabajadores ocupados sería superior a lo registrado antes de la llegada del coronavirus al país. Sin embargo, falta alcanzar la misma tasa de ocupación existente, dado que aumentó el número de personas en edad de trabajar.
El número de trabajadoras y trabajadores ocupados llegó a 9,16 millones en abril, superior a lo registrado antes de la llegada del coronavirus al país. Así lo arroja la última medición del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, una iniciativa basada en el seguimiento de una muestra representativa de aproximadamente 16 mil hogares en todo el país.
Los resultados del sondeo han sido interpretados en forma positiva, dado que reflejan una senda de recuperación del mercado laboral, duramente afectado por la crisis sanitaria y las medidas implementadas para contener la pandemia. De hecho, se observa una tendencia de recuperación del empleo, en línea con la reactivación de la economía en general.
Sin embargo, todavía falta alcanzar la misma tasa de ocupación existente antes de la pandemia. Lo anterior debido a que hubo un aumento de la fuerza de trabajo. Si bien se recuperó el nivel de ocupados previo a la pandemia, en los últimos dos años hubo un incremento de 447 mil personas en edad de trabajar. Para tener la misma tasa de ocupación pre-pandemia (58,2%) se requeriría tener un número total de 9,3 millones de ocupados. Es decir, falta recuperar poco más de 165 mil empleos.
De seguir la misma tendencia estos números serán visibles en los próximos sondeos. Son buenas noticias, dado que recuperamos la totalidad de los empleos perdidos en pandemia, que llegaron a más de 2,2 millones en el peor momento y adicionalmente se registran 100 mil empleos por sobre el anterior a la pandemia. En el sondeo también las mujeres registran un nivel de ocupación superior a los hombres, es decir, hubo una recuperación de fuentes de trabajo para las mujeres mayor a la registrada para hombres. Son tendencias que muestran una senda no solo de recuperación, sino que podría representar cambios importantes en el mercado laboral.
Pero no es el momento para soltar fuegos artificiales. Hay grandes desafíos en materia de calificación de trabajadoras y trabajadores y en generación de puestos de trabajo de calidad. Retos de gran magnitud en la Región del Biobío, cuyos sueldos suelen ser inferiores al promedio nacional y que en incontables ocasiones se traduce en pérdida de mano de obra calificada para otras regiones o para otras naciones. Asociada a políticas de promoción del empleo, la actual tendencia positiva podría traer buenas noticias en los próximos meses.