Editorial

Sobre simbolismos y expectativas

Hasta ahora hemos visto simbolismos y señales importantes sobre cómo el Presidente Boric abordará sus cuatro años de gestión. Habrá que ver cómo sigue.

Por: Editorial Diario Concepción 14 de Marzo 2022
Fotografía: Presidencia

Antes de su asunción, el pasado viernes 11 de marzo al mediodía, era evidente la gran expectativa que generaba el cambio de gobierno. La figura del Presidente, Gabriel Boric, acaparaba no sólo los comentarios y análisis de los más variados medios nacionales, e incluso, extranjeros; usuarios de las redes sociales también compartían videos, memes e impresiones sobre el otrora líder estudiantil. Junto con ello, sin siquiera haber asumido, la evaluación ciudadana era condescendiente con el magallánico.

Han pasado tres días desde que asumió y es probable que esas expectativas, sigan igual. Es difícil evaluar la gestión de un Mandatario que hasta ahora solo ha estado en reuniones protocolares y ha vivido las emociones propias de convertirse en el Presidente más joven de nuestra historia republicana.

Sin embargo, a falta de gestión, el Presidente Boric se ha encargado de enviar algunas señales en estos primeros días. Lo primero, y quizás lo más obvio, durante la jornada de viernes llegó al Congreso con un atuendo impecable, pero como ya nos tenía acostumbrado en su performance legislativa, lo hizo sin corbata. Puede ser un detalle, pero también es un simbolismo, un llamado de atención a quienes forman parte de los sectores más conservadores de la sociedad. Ese mismo mensaje envió al bajarse del Ford Galaxie, mientras recorría las calles Valparaíso, para saludar a sus adherentes e incluso tomarse selfies.

La rogativa del sábado en la mañana junto a representantes de los pueblos originarios, a puertas cerradas en el Palacio de La Moneda, va en la misma dirección. Tampoco es extraño que haya manifestado su incomodidad con la presencia de Ricardo Ezzati en la misa de ese mismo día en la Catedral Metropolitana. “Me molestó ver al señor Ezzati, que ha actuado como encubridor de graves delitos contra los niños (…) No lo noté ayer, pero me lo hicieron ver y quiero decir que esas cosas no las podemos seguir naturalizando”, dijo el Jefe de Estado durante la jornada de ayer.

Hasta ahora simbolismos y señales respecto a cómo, eventualmente, abordará sus cuatro años de gestión. Son algunas de las cartas lanzadas y es evidente que la baraja es bastante más amplia, no obstante, ya existe un indicador y habrá que ver cómo sigue, sobre todo, en año que vislumbra importantes transformaciones.

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