Editorial

Las expectativas de crecimiento

Una cosa es crecer a 12% cuando el mes a que se compara registró una variación de -5%. Otra bien distinta es medir el crecimiento cuando se compara al 20 por ciento registrado en junio.

Por: Editorial Diario Concepción 03 de Febrero 2022
Fotografía: Andrés Oreña P.

Ha sido bastante celebrada la cifra que indica la evolución económica nacional en 2021. De acuerdo al Banco Central, la actividad de la economía, medida a través del Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), se expandió a un ritmo de 12% en 2021, la cifra más alta desde que existen registros. Chile cerró el año marcando nueve meses con incrementos de dos dígitos, un escenario no registrado hasta entonces.

La variación interanual del Imacec constituye una aproximación de la evolución del PIB, cuyo dato definitivo se conocerá en marzo, y por ende es un buen indicador del comportamiento del Producto Interno Bruto. La cifra es muy positiva, más aún considerando que el país enfrentó desde 2020 una crisis sanitaria que generó coletazos en la economía. El 2020 cerró con una contracción de 6%, consolidando el peor desempeño del Imacec desde el período de crisis a principios de los años 80.

La cifra del Imacec recién entregada por el Banco Central se forjó en un contexto de apertura económica que fue facilitada por positivos cambios en la evolución de la pandemia. También tuvo gran importancia los altos niveles de liquidez, logrados por las transferencias estatales y los retiros de fondos de pensiones que se estiman en 50 mil millones de dólares.

El gran desafío, sin embargo, vendrá en los próximos meses. La cifra de dos dígitos del Imacec se vincula con la base de comparación del año 2020, cuyos números son bajos. Lo más probable es que el Imacec de enero y febrero de 2022 sean también positivos, puesto que estos meses no registraron cifras altas, con menos 2,9$ y menos 1,9%, respectivamente.

A partir de marzo del año pasado el panorama comenzó a cambiar: un 6,3% en ese mes hasta alcanzar el 20,6% en junio. Es decir, la base de comparación cambia drásticamente y ello afectará las cifras de los próximos meses. Una cosa es crecer a 12% cuando el mes a que se compara registró una variación de -5%. Otra bien distinta es medir el crecimiento cuando se compara al 20 por ciento registrado en junio.
De modo que es importante calibrar las expectativas respecto a la actividad económica de 2022. Ello en materia de políticas públicas y en inversiones que se esperan desde la iniciativa privada.

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