Editorial

En regiones, nadie se acuerda del “Día de las Regiones”

Hay avances en descentralización, pero el centralismo sigue asfixiando a las regiones, impedidas desde el poder central a lograr mayor autonomía política y financiera.

Por: Editorial Diario Concepción 03 de Abril 2021
Fotografía: Carolina Echagüe M.

El miércoles 31 se conmemoró el “Día de las Regiones”, efeméride que desde 2010 se marca en el calendario como una fecha destinada a sensibilizar al país sobre los avances y desafíos pendientes en temas de descentralización y desarrollo territorial.

Es probable que este día no sea muy recordado por la ciudadanía, puesto que es una celebración que no le entrega identidad. En gran medida porque el proceso para entrega de mayor autonomía a los territorios ha sido lento: desde los primeros movimientos hacia una regionalización, hace más de 40 años, hasta la instalación de los Gobiernos Regionales en 1993, y finalmente la elección de gobernadores y gobernadoras, que serán definidos por la ciudadanía en forma directa en 2021. En el “Día de las Regiones” quedan fundadas sospechas sobre la real intención de fortalecer territorios o apenas se trata de eslóganes que buscan la adhesión de los que viven en territorios alejados del poder central.

Resulta que, para una real descentralización, al menos dos materias son imprescindibles. Mayor autonomía política y recursos financieros de administración regional. Al final de marzo, la Comisión de Hacienda del Senado aprobó la idea de legislar el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo sobre Descentralización Financiera, que alguna vez se conoció como de Rentas Regionales. Los recursos financieros son clave en el nuevo sistema administrativo que iniciará el país con las elecciones de este año. Al día de hoy, los presupuestos regionales son solicitados al gobierno central y luego discutidos y aprobados por el Congreso. Decisiones ancladas en el Ministerio de Hacienda no otorgan la necesaria flexibilidad en el manejo de los presupuestos regionales, tampoco objetividad a la distribución de recursos que actualmente se asignan centralizadamente. Todos los años, consejeros y consejeras regionales aprueban el Presupuesto Regional, pero suele existir una diferencia entre lo solicitado y lo que finalmente se aprueba en Santiago. En los últimos años, hubo una reducción de al menos 40% entre lo que aprobó el Core y el monto que la Dirección de Presupuestos destinó para Biobío.

Hay avances en materia de descentralización, tanto en la esfera política como presupuestaria. Sin embargo, no hay como negarlo: el centralismo sigue asfixiando a las regiones, impedidas desde el poder central a lograr mayor autonomía política y financiera.

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