Editorial

Educación y centralismo

Llama la atención que, bastando menos de tres meses para el término del año, el foco no se centre en generar las mejores condiciones para terminar este 2020 e iniciar un buen trabajo de cara al 2021.

Por: Editorial Diario Concepción 13 de Octubre 2020
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

El martes 18 de agosto, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, concurrió a la Cámara de Diputados para dar a conocer lo que en ese momento era el plan “para reanudar las clases presenciales en contexto de pandemia en todos los niveles”. Ese día, el secretario de Estado dijo que “si estamos en condiciones de abrir una escuela para que sirva de local de votación, yo me pregunto, muy legítimamente: ¿no podemos, si se dan también las condiciones sanitarias, abrirlas para que los alumnos se beneficien de ese espacio protector?”.

Para muchos analistas, académicos y políticos, la frase fue desafortunada y no solo se transformó en un popular meme que se difunde cada cierto tiempo con variadas temáticas, también se sumó a una serie de frases poco felices de la autoridad, quien tras el pronunciamiento ha acusado al Colegio de Profesores de politizar la discusión.

Como dicta el refrán, en su declaración el ministro quiso comparar “peras con manzanas”. También era legítimo preguntar: ¿Es posible hacer mención a un proceso que se efectuará un solo día y compararlo con clases presenciales que, sabemos, se realizan de lunes a viernes y en horarios que, en muchos casos, se prolongan hasta seis horas diarias? Es decir, en estos momentos, en comunas con cuarentena los permisos para ir de compras se extienden por tres horas, y una persona no puede solicitar más de dos a la semana. Algo en el actuar y el decir de la autoridad, parece no ser muy concordante

Es cierto, la frase del ministro fue pronunciada mucho antes que diez de las doce comunas de la provincia de Concepción entrarán a Fase 1, pero no es menos cierto, que el énfasis del discurso ha cambiado muy poco. Por lo demás, las autoridades nacionales suelen olvidar las particularidades de cada territorio y ello es patrimonio exclusivo de la actual administración, considerando que otros ex ministros de Educación se han referido en términos muy parecidos a una eventual vuelta clases.

En este contexto, se entiende la postura de muchos alcaldes del Biobío, quienes han cerrado la puerta a un eventual retorno presencial a clases. Llama la atención, además, que bastando menos de tres meses para el término del año el foco no se centre en generar las condiciones para terminar de la mejor forma este 2020 e iniciar el trabajo para el 2021. Esa, quizás, sea la forma de no seguir estirando una discusión que a esta altura del año parece ser poco provechosa.

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