En esta crisis sanitaria afloraron opiniones contrapuestas. Pero también un gran número de acciones solidarias y de colaboración. Esta pandemia ha entregado abundantes lecciones.
En esta Edición Especial, Diario Concepción hace un repaso del avance de la pandemia en Bío Bío, desde que se detectó el primer caso de contagio por coronavirus el 9 de marzo. Es un breve balance de los principales hitos transcurridos en estos 100 días, en que los habitantes de la Región asimilaron a su día a día episodios de cuarentenas, cordones sanitarios, Toque de Queda, filas en el comercio, distanciamiento social y físico, teletrabajo y un gran número de controversias relacionadas con la crisis sanitaria. Hubo cambios de autoridades de gobierno, nos adaptamos a restricciones sociales y buscamos otras formas para conectarnos con el entorno, mientras laboratorios alrededor del mundo trabajan para conseguir una vacuna.
No son menores los efectos e impactos de la pandemia. Para Bío Bío, la plataforma oficial indicaba ayer un total de 3.269 contagios y 16 muertos por Covid-19. Miles de familias perdieron la totalidad o parte de sus ingresos por los distintos problemas que generó la crisis sanitaria. El último reporte indicó que 26 mil trabajadores quedaron con sus contratos suspendidos por la Ley de Protección del Empleo. En el casco histórico de Concepción, al menos 174 negocios cerraron en forma definitiva.
En medio de la crisis sanitaria afloraron opiniones contrapuestas y diferencias de todo orden. Pero también asistimos a un gran número de acciones solidarias, de colaboración y de apoyo a los más vulnerables. De la relevancia de la salud y el bienestar e igualdad. Miles fueron incentivados a reinventarse, a buscar innovación, emprendimiento, resiliencia, nuevas formas de relacionamiento familiar, social y económico. Todo como parte de un aprendizaje que no ha terminado.
De hecho, esta pandemia ha entregado abundantes lecciones. Aprendimos que no habrá capacidad hospitalaria suficiente si la ciudadanía no asimila la gravedad de la situación. Que los números de la pandemia no muestran la realidad de miles de chilenas y chilenos de carne y hueso. Que los modelos predictivos de epidemias y pandemias existen hace décadas, y que es la ciencia, y no la política, quien nos entrega soluciones para enfrentar una emergencia sanitaria. Que el país necesita de diálogos constructivos y de colaboración, y esta edición busca contribuir en estos propósitos.