Si por un lado las autoridades sanitarias afirman que el peak de la pandemia deberá ocurrir a fines de abril e inicio de mayo, resulta poco prudente levantar las medidas en esa fecha.
Una ola de críticas han generado los anuncios del Gobierno de un retorno “gradual” a la “normalidad” del país, con el consecuente regreso a clases, apertura de los grandes centros comerciales y reincorporación presencial de los servidores públicos en sus puestos de trabajo, entre otras medidas. Todas han sido blancos de juicios, y entre las de mayor rechazo está la programación para vuelta a clases, inicialmente para lunes 27 de abril, pero finalmente se anunció que el “Plan de Vuelta a Clases” será pronto dado a conocer y se empezará a aplicar, en forma gradual, a partir de mayo.
El retorno de los funcionarios públicos al trabajo presencial también será gradual, anunció el Presidente de la República, y excluirá a los trabajadores vulnerables, como adultos mayores, enfermos crónicos, mujeres embarazadas, funcionarios cuyo trabajo, por su naturaleza, permita el teletrabajo.
Al parecer, y según declaraciones del ministro de Salud Jaime Mañalich respecto a que “Toda la Humanidad se contagiará con el coronavirus”, la estrategia oficial del país consiste en dejar que la enfermedad siga su curso, pero de manera controlada. En la práctica, ello se traduce en que gran parte de la población se vuelva inmune, ya sea mediante una vacuna o por contagio natural. Si el coronavirus continúa propagándose, más personas se infectarán y las que logren recuperarse desarrollarán inmunidad. El virus tendría cada vez más dificultades para encontrar un huésped vulnerable, un fenómeno que se conoce como inmunidad de grupo o colectiva.
El único problema es que, sin las medidas sanitarias, como el distanciamiento social, el riesgo de colapso de los hospitales aumenta en línea con los registros de nuevos contagiados. Si por un lado las autoridades sanitarias afirman que el peak de la pandemia deberá ocurrir a fines de abril e inicio de mayo, resulta poco prudente levantar las medidas sanitarias en la fecha indicada como el período de mayor necesidad de atención para la Covid-19. El gobierno ha reiterado que el número de contagios en Chile ha estado por debajo de las proyecciones. De ser así, el “bajo” número de contagio es el resultado de todas las medidas adoptadas por la inmensa mayoría de la población. No debemos esperar el peak de la pandemia para otra vez establecer mayores restricciones. La salud de todo el país exige prudencia.