Editorial

A los que están en la primera línea

La ciudadanía y las autoridades deben comprometerse con el cuidado de los profesionales de la salud. Ello incluye la entrega oportuna de los insumos necesarios para sus labores.

Por: Editorial Diario Concepción 07 de Abril 2020
Fotografía: Agencia UNO

El sentido común diría que los profesionales de la salud, que arriesgan su integridad todos los días para atender a personas contagiadas por el Covid-19, recibirán el reconocimiento y la gratitud de toda la sociedad. Por desgracia, no es así.

Hacen noticia los condominios en que los profesionales de la salud están prohibidos de usar espacios públicos como ascensor, patio común, sala comunitaria y hall central. Además, según las decisiones de los administradores de estas viviendas, el personal sanitario deberá usar mascarillas y guantes cada vez que necesite salir o entrar al condominio. La basura debe ser eliminada de manera particular, sin hacer uso del conducto comunitario.

En un condominio ubicado en Santiago, se advirtió a los residentes profesionales de la salud que si no cumplen con lo dispuesto en una asamblea de copropietarios, serán multados con 2UTM ($100.442), y tendrán suspendidos los servicios básicos, como luz, agua y gas. También se conocieron casos de profesionales han sufrido el rechazo de los propietarios al tratar de arrendar una vivienda. Como se enfrentan al riesgo todos los días, se teme que puedan propagar el virus a su entorno al regresar a casa después de la jornada laboral.

Se percibe el temor de la ciudadanía en la actual crisis sanitaria. Pero lo más probable es que el personal sanitario sea justamente el más capacitado en el autocuidado. Al menos así debería ser, si se cumplen las recomendaciones y los protocolos como lavado de manos, uso de elementos de protección personal, desinfección de equipos médicos, entre otras medidas.

China adoptó un estricto control del personal sanitario, con monitoreo y registro del estado de salud, control de temperatura, síntomas respiratorios y orientación profesional en presencia de complicaciones psicológicas. Entendieron que cuidar a los que actúan en la primera línea es crucial para enfrentar esta pandemia.

Mientras aumenta el número de contagiados, crece también la necesidad de más profesionales de la salud. La ciudadanía y las autoridades deben comprometerse con el cuidado de ese personal y ello incluye la entrega oportuna de los insumos necesarios para sus labores. Atender a enfermos contagiosos constituye un riesgo innegable y por lo mismo se requiere más que los aplausos y la gratitud. No está demás, sin embargo, reconocer y valorar a quienes están en la refriega diaria por salvar vidas.

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