Entre los problemas detectados en las sociedades, un factor que está presente con mucha frecuencia en las edades avanzadas, además de los problemas materiales y de salud, es el aislamiento y la soledad.
No es necesario volver sobre las cifras de adultos mayores en nuestro país, pero ciertamente es una realidad con un desafío creciente y un obvio sentido de urgencia, un colectivo cada vez más numeroso, ocupando una proporción cada vez más significativa de la población y con una todavía extensa perspectiva de vida.
En consecuencia, ha habido en los últimos gobiernos una creciente preocupación para ese significativo segmento de nuestra sociedad y sus particulares características, necesidades y demandas. El actual gobierno ha lanzado el programa denominado “Adulto Mejor”, un plan multisectorial que se coordina con el Servicio Nacional del Adulto Mayor, ministerios, servicios e instituciones del sector público, en conjunto con alianzas público-privadas.
En el momento de su lanzamiento el ejecutivo manifestó su intención de promover un cambio cultural para un envejecimiento positivo, al generar condiciones necesarias para retrasar lo más posible la dependencia física y mental. Un objetivo que se quiere alcanzar mediante oportunidades de participación social, de tal modo que los adultos mayores se mantengan integrados a la sociedad, a sus familias y a las comunidades, evitando su aislamiento.
Surge así un factor que está presente con mucha frecuencia en las edades avanzadas, además de los problemas materiales y de salud, el aislamiento y la soledad. A finales de 2017, una comisión del gobierno del Reino Unido emitió los resultados de una investigación de un año sobre el prevalencia de la soledad, con la ayuda de más de una docena de organizaciones sin fines de lucro. Según el informe, 9 millones de británicos sufren de soledad: 14% de la población, entre los más vulnerable, como los ancianos, con las tasas son mucho más altas, aunque la soledad no discrimina por edad.
En enero del año pasado, la entonces primera ministra Theresa May anunció la creación de una dependencia gubernamental especial, el primer Ministerio de la Soledad. La declaración de May, publicada por el New York Times, expresa su deseo de enfrentar este desafío de la sociedad y tomar medidas con el objetivo de hacer frente a la soledad que sufren los ancianos, los cuidadores, los que han perdido a sus seres queridos, las personas que no tiene apoyo familiar.
La soledad pasó a ser así un asunto de Estado en el Reino Unido, para tratar un problema que afecta a más de nueve millones de personas en el Reino Unido. La iniciativa con un aporte inicial de 29 millones de libras, compromete la acción conjunta de las carteras ministeriales en el Ministerio de Vivienda, Gobierno Comunitario y Local, Departamento de Estrategia Comercial, Energética e Industrial, el Departamento de Transporte, y al Departamento de Cultura, Medios y Deporte, sumado sobre todo al directamente involucrado Departamento de Salud y Asistencia Social.
Adicionalmente, además de interactuar con todas las organizaciones involucradas hasta aquí con este colectivo, se ha programado Incrustar la soledad en las actividades de los estudiantes de las escuelas primarias y secundarias para que puedan aprender sobre la soledad y el valor de las relaciones sociales, contenidos que aparecerán en los recursos para la enseñanza del Departamento de Educación a partir del presente mes.
La soledad de los adultos mayores, descrita como una de las mayores pobrezas, es una realidad que no hemos comprendido cabalmente.