Editorial

La crítica credibilidad ciudadana del mensaje presidencial

Al preguntar si se ha gobernado para todos, la respuesta de acuerdo a esa posibilidad baja a 27%, del 44% del año pasado, de modo similar la opinión sobre si el país marcha en la dirección correcta baja a 35%, del 51% del 2018.

Por: Editorial Diario Concepción 30 de Mayo 2019
Fotografía: Agencia UNO.

Hay algo profundamente paradojal entre la percepción del posicionamiento de Chile en el concierto internacional y las calificaciones que la ciudadanía otorga a sus dirigentes e instituciones. Parece haberse instalado, y de modo creciente, la desilusión y la desconfianza ante el insistente acúmulo de malas noticias con respecto al erróneo actuar de unos y otros. A los escándalos conocidos, se agregan otros acontecimientos de mala lectura.

No es en absoluto sorpresivo que entre abril de 2018 y mayo de 2019 se desplomara la confianza en las instituciones como no había sucedido desde que comenzó la medición en 1990. El Barómetro de la Política Cerc-Mori muestra una dramática caída en la confianza en estas, más notable aún si se piensa que ya estaban en un punto lamentablemente bajo.

En este contexto, la aprobación al Gobierno de Piñera cayó a 27%, 17 puntos porcentuales menos que en abril de 2018, cuando alcanzaba un 44% de apoyo, la cifra más baja de su segundo mandato, en un periodo marcado por la polémica de sus hijos y el viaje a China en su reciente visita oficial. Es esta una posición que resulta difícil de revertir por acción de un mensaje presidencial, no importa cuán bien inspirado, toda vez que necesariamente se volverá a describir iniciativas cuyo impacto ha resultado insatisfactorio para las justas expectativas de la ciudadanía. Para los investigadores del Barómetro, la existencia de un contexto así de negativo, la situación de incertidumbre y de nubarrones de difícil pronóstico conforman un escenario negativo para el mejoramiento de la imagen y credibilidad de las autoridades y las instituciones.

Las instituciones cuestionadas no muestran signos de recuperación en cuanto a la valoración del ciudadano de a pie, la Fuerzas Armadas bajan 21 puntos porcentuales, Carabineros 17 y el Poder Judicial 13. No escapan a esto malos resultados el impacto sobre los apoyos a propuestas gubernamentales, así, la evaluación ciudadana del proyecto de “Admisión Justa” registrando una leve pérdida, el 49 por ciento se mostró de acuerdo con la iniciativa, cuatro puntos menos que a fines de enero, y 48 por ciento en desacuerdo, dos puntos más que en esa medición.

Dos planteamientos generales que la encuesta ha venido utilizando, para auscultar el sentimiento de las gentes, han sido la estimación de si se ha gobernado para todos y la respuesta de acuerdo a esa posibilidad baja a 27%, del 44% del año pasado, de modo similar la opinión sobre si el país marcha en la dirección correcta baja a 35%, de los 51% del 2018.

Se añaden otras situaciones que agravan este cuadro, como los altos sueldos que reciben asesores, de muy poco transparente contratación, amigos, conocidos y familiares de los parlamentarios, justamente para terminar de irritar a la ciudadanía por el acentuado contraste entre esas rentas, que parecen más bien sinecuras, y sus propias remuneraciones menguadas y el horizonte de bajas pensiones.

Nada de aquello parece inquietar a los involucrados, hay una forma de moral ad hoc, diferentes del concepto de lo que es correcto y justo para los mortales comunes. Son estas situaciones las que dejan de manifiesto la existencia, desde antiguo, de brechas consagradas para las malas prácticas y la corrupción, en el fondo, la falta de adecuados sensores en la maquinaria del Estado y la relativa impunidad de los responsables.

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