Editorial

Decisiones faltantes ante el consumo juvenil de alcohol

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Octubre 2018
Fotografía: Referencial

No han sido datos nacionales de naturaleza anecdótica, sino estudios de agencias externas a plena utilización de big data, los que han permitido caracterizar a los padres chilenos actuales; son afectuosos con sus hijos, aprecian profundamente la integridad de la familia, por lo general, y, sobre todo, en la aspiracional clase media, están dispuestos a sostenidos sacrificios y renuncias para educarlos bien, y tratar de dejarlos preparados para una mejor situación para su vida independiente, pero, al mismo tiempo, han aumentado su lejanía, les conocen menos y optan por ser permisivos.

Muchos jóvenes chilenos actúan libremente con conductas no siempre adecuadas, de modo tal que aparecen liderando comportamientos preocupantes en varios aspectos, al compararlos con sus pares de la Región, particularmente, en consumo de alcohol, una sustancia que con unos 3.3 millones de fallecimientos anuales, es la tercera causa de muertes en el mundo, por detrás del tabaco y la hipertensión. En el caso de los jóvenes entre 10 y 24 años, el 7,4% de las muertes y discapacidades son atribuibles al alcohol.

En nuestro país, la información disponible es inquietante; desde 2008 que no se registraba un consumo tan alto de alcohol, ese año la cifra fue 49,8%. Durante los siguientes seis años la cifra descendió bruscamente y se mantuvo por debajo del 41, una tendencia que se rompe con brusquedad, según el XI Estudio Nacional de Drogas en Población General de Chile elaborado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda). Las personas que consumen este tipo de bebidas pasaron de 40,8% en 2012 a 48,9% en 2014. El crecimiento, en dos años, fue de 20%.

Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) instaló a Chile como el país latinoamericano donde más se bebe alcohol, con un consumo per cápita anual de 9,6 litros. Otro dato importante que reveló este estudio es que un 27,3% de los adolescentes chilenos entre 15 y 19 años presentan un intenso consumo de alcohol.

En el estudio “Centro de investigación para el estudio de la conducta de beber alcohol en adolescentes”, los investigadores han tratado de establecer qué hace que de un consumo moderado se pase a una ingesta incontrolada y a la dependencia.

El nuevo fenómeno es la modalidad de consumo conocida como atracón etílico, o binge drinking, que consiste en beber mucho en muy poco tiempo, siendo la memoria la primera afectada por este alto y rápido consumo, posiblemente el efecto buscado por los jóvenes. Una conducta de los adolescentes que alerta a los investigadores que han estudiado las consecuencias de estas prácticas, toleradas al inicio por estimar que se trata de hábitos ocasionales. Uno de los investigadores de la Universidad Autónoma de Chile en esta materia, advierte que se puede generar muchos problemas en el cerebro que se perpetúan en el tiempo, además de facilitar adicciones de largo plazo.

Nuevamente habrá que enfrentar la consabida resistencia a la disciplina y al control, la prohibición de beber a menores que parece propia del pasado y, sin embargo, sigue siendo una necesidad perentoria. Simultáneamente tiene que haber educación y compromiso en las familias, padres que asuman con responsabilidad su irrenunciable papel de formadores.

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