Editorial

El estrecho vínculo entre la investigación científica y el desarrollo

Por: Editorial Diario Concepción 08 de Julio 2018
Fotografía: Pexels

Hay todavía un largo camino por recorrer para que la investigación científica tenga en el país un definitivo afianzamiento, en este proceso la sola instauración de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, no es más que un  hito prometedor cuyo impacto está  por establecerse.

Particularmente relevante, en la discusión sobre la importancia de este factor para el progreso del país, es el libro del  Premio Nacional de Ciencias Naturales, Bernabé Santelices, “Estado actual del desarrollo de la investigación científico-tecnológica y la innovación en las universidades chilenas”, en el cual analiza el rol de las universidades en los procesos de investigación científica y la manera como se han establecido relaciones entre ciencia básica y desarrollo nacional, tanto  social como económico; el impacto de la investigación sobre la docencia universitaria, asegurando su calidad y vigencia.

Además de enfatizar la asociación íntima e  indisociable entre investigación y enseñanza, el autor enfrenta una situación que hasta la fecha se considera como resultado por añadidura, como consecuencia natural; la utilización efectiva y productiva de la investigación y el empleo adecuado de quienes se han capacitado para efectuarla, circunstancias que no corresponden a la realidad, ante lo cual se concluye que en la necesidad de planificar la formación de recursos humanos para que posteriormente puedan insertarse a nivel profesional y del mismo modo,  la urgencia de una institucionalidad pública de la ciencia y la innovación, factores imprescindibles y que determinan la productividad.

Para ser objetivos, hay que reconocer que la conexión entre investigación y desarrollo es relativamente reciente en Chile, en efecto, las actividades de investigación científica empezaron a formar parte de las actividades académicas universitarias, recién en la década de los 60, de ahí en adelante es a partir de 2005 que se toma conciencia de la existencia e importancia de la sociedad del conocimiento.

Los avances son extremadamente lentos, según la Cuarta Encuesta Longitudinal de Empresas publicada el 2017 por la Unidad de Estudios del Ministerio de Economía, sólo el 12,1% de las empresas en Chile declara realizar I+D, es decir, no participan en esta iniciativa nueve de cada diez empresas. Aproximadamente un cuarto de las empresas en Chile (26,1%) manifiesta realizar I+D sin las instalaciones adecuadas y sin el personal calificado necesario, poco menos de la mitad (43,1%) lo hace con las debidas calificaciones de  instalaciones y  personal.

La publicación del Centro de Estudios de la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado, realizado a través de una encuesta en línea entre enero y marzo de este año, indica que el 12,9% de los 540 doctores que respondieron están desempleados, por otra parte,  el número de doctores formados en programas nacionales pasó de 315 en 2007 a 704 en 2016.Tomando como base la actual matrícula de doctores, se estima que en 2024 egresarán más de mil doctores anualmente, un escenario que indica como absolutamente necesario generar un plan nacional de inserción de investigadores con postgrado, según el Centro aludido.

No es necesario añadir nueva evidencia para señalar el vínculo entre investigación y desarrollo en una sociedad del conocimiento, Chile tiene todo lo que se requiere, faltan las políticas, pasar de los dichos a los hechos.

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