Editorial

La campaña contra la obesidad que puso a Chile como referente

Por: Editorial Diario Concepción 18 de Febrero 2018
Fotografía: La Tercera

El 7 de febrero pasado, el New York Times publicó un reportaje con un título más que sugerente: “En su guerra contra la obesidad, Chile mató al Tigre Tony”, haciendo alusión, obviamente, al sempiterno ícono norteamericano de las cajas de cereales de Kellogs. El prestigioso medio norteamericano se explayó sobre cómo el gobierno chileno, en respuesta a un aumento en las tasas de sobrepeso y obesidad, emitió algunas de las restricciones más ambiciosas en el mundo en la materia, enfocadas principalmente en el etiquetado de alimentos poco saludables.

“Es difícil exagerar lo significativas que son las acciones de Chile, o lo difícil que ha sido llegar a este punto al enfrentarse a las presiones típicas”, señala en el artículo de NY Times Stephen Simpson, director del Centro Charles Perkins, organización académica enfocada en temas de nutrición, ciencia y políticas públicas sobre obesidad, aludiendo al fuerte lobby que las industrias multimillonarias de alimentos y bebidas han desplegado en otros países para frenar regulaciones tan draconianas.

La ley en Chile no sólo impide el uso de caricaturas atractivas para los niños en las cajas, sino que también restringe la venta de distintos tipos de comida chatarra como helado, chocolates y papas fritas en los colegios, impidiendo además que esos productos sean publicitados durante programas televisivos o en sitios web dirigidos a públicos infantiles, restricción que en 2018 se verá ampliada a un horario más extenso. Además, a las bebidas con alto contenido azucarado se les alicará un impuesto de 18 por ciento, una de las tasas de ese tipo más altas del mundo.

Sin duda, es una noticia positiva que nuestro país comience a ser visto como un referente mundial en esta materia. Y es que la autoridad nacional, en esta pasada supo reaccionar conforme a la gravedad de las cifras: siete de cada diez chilenos tiene exceso de peso, es decir un 31,2% de la población; el 39,8% sobrepeso y un 3,2% obesidad mórbida, todo ello fuertemente asociado al fenómeno del sedentarismo, que afecta al 86,7% de la población, con diferencias de género, así, alcanza 90% en las mujeres y 83% en los hombres mayores de 15 años.

Posiblemente debido a la continuidad de una tendencia, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que entre el 2015-2030, en Chile habrá unas 204 mil muertes anuales por enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.

Las cifras son duras pero realistas. El estudio “El costo de la doble carga de la malnutrición” indica que los fallecidos por causas asociadas a este factor, en la actualidad son del orden de los 12.081 al año. Si no hay cambios, se prevé un aumento de 13% al fin de la próxima década.

En efecto, según el estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta) “Chile: primer lugar en obesidad infantil en América Latina y sus consecuencias físicas, psicológicas y en la salud de la sociedad”, se ubica a nuestro país en el 6° lugar mundial en obesidad infantil y en el primer puesto en América Latina, con la advertencia que en Chile el 70% de los niños va a ser obeso en el corto plazo.

Con todos estos antecedentes, era necesario tomar medidas drásticas, que además pudieran ser puntal para comenzar a educar a la población en materia de una necesaria alimentación saludable. Los cambios no serán inmediatos, pero sin duda, van en la dirección correcta.

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