Editorial

Tareas ineludibles del Consejo Regional

Problemas transversales y profundos en los cuales los actores locales tienen la idoneidad y las competencias, el tipo de iniciativas que requieren de autonomía y atributos para transformar las ilusiones en hechos concretos.

Por: Diario Concepción 12 de Julio 2016

Como es de esperar, el cambio en la presidencia del Consejo Regional (Core) resulta en una innovación en la dinámica de este organismo. El solo hecho de modificar algunas estructuras del organigrama, resulta en un conveniente escenario para una nueva y distinta evaluación del momento en el cual se encuentra ese organismo, uno de los más importantes para el futuro del proyecto de descentralización.

El nuevo presidente ha diferenciado sus perspectivas en relación con aquellas de la anterior administración, eso sí en términos de justo reconocimiento a la tarea de su predecesor, quien, en su criterio se abocó correctamente más a los asuntos internos, para enseguida señalar que su enfoque será en los temas de la Región y el país.

En consecuencia, la primera declaración tiene que ver con la iniciativa local "el Core no puede no tener opinión, ni esperar que Santiago nos dicte qué hacer" más el enunciado de algunos de los temas más amplios en los cuales el Consejo debería involucrarse, aun los definidos como "candentes"; el conflicto mapuche, la Reforma Educacional y el reconocimiento a las universidades públicas no estatales.

Los temas aludidos, entre otros, son de claro interés para la Región, no es posible, por ejemplo, que el problema mapuche sea visto desde la capital con actores locales elegidos por algún motivo no siempre claro, para solucionar problemas que "no se arreglan con un tecito", como comentó un alcalde regional en su oportunidad. Las situaciones se están produciendo en esta vecindad geográfica y tiene a que haber localmente interlocutores más informados y con una sintonía más fina de la realidad que se vive en esas comunidades.

El otro tema mencionado por el presidente del Core tiene del mismo modo una particular relevancia, al abordar la Reforma Educacional, que toca directamente a las instituciones de educación superior de la Región, "nuestra región y, en particular Concepción, tiene una universidad que es fruto del desarrollo y de la participación de la comunidad, no de intervención del Estado, sino de la comunidad", un argumento particularmente valedero, ya que estas instituciones tienen un innegable rol protagónico en el desarrollo de las regiones y son por naturaleza agentes de cambio en el proceso de descentralizar el país.

El tercer elemento sensible para las futuras acciones del Consejo Regional es el necesario énfasis, muchas veces proclamado, en las zonas de rezago en territorios del Bío Bío, sectores en los cuales están comunas que se encuentran dentro de las 100 con más pobreza en el país, algunas aisladas, según el índice desarrollado por la Subdere, que considera factores como acceso a prestaciones sociales de salud, educación, bienes y servicios básicos, así como las condiciones de aislamiento geográfico.

Es una aceptable aproximación a la magnitud de los problemas que atañen al Core, problemas transversales y profundos en los cuales los actores locales tienen la idoneidad y las competencias, el tipo de iniciativas que requieren de autonomía y atributos para transformar las ilusiones en hechos concretos.

Descentralizar es por una buena parte otorgar a las autoridades locales las facultades y los medios para contribuir al desarrollo armónico del territorio nacional, en base a la capacidad de las instituciones de cada región, no se logrará si desde las regiones no se insiste con claridad y fuerza. 

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