Mientras la seremi de Economía ve una consolidación de un patrón sostenido de desarrollo local, desde el sector productivo advierten problemas en industrias como la forestal y la pesquera.
En su reciente informe, de octubre de este año el Banco Mundial elevó las proyecciones de crecimiento para Chile en 2025, transitando de 2,1% a un 2,6%. Alza que sería mayor al promedio del conosur, donde se proyecta un 2,3% para este año.
En este contexto el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, destacó los resultados del informe de la entidad internacional dado que se alinea con las expectativas del Gobierno.
En la zona, Javier Sepúlveda, seremi de Economía, resaltó que la zona está creciendo a un ritmo mayor que el crecimiento nacional, siendo una señal clara de la resiliencia y capacidad productiva de la región.
“Durante el segundo trimestre de 2025, la región del Biobío registró un crecimiento del 3,8% en su Producto Interno Bruto (PIB), superando significativamente el promedio nacional de 3,1%. Y entre 2022 y 2025, hemos promediado un crecimiento de 3,82%, prácticamente el doble del 1,96% registrado a nivel nacional”.
En la visión de Javier Sepúlveda, lo anterior, “demuestra que el Biobío no solo está respondiendo bien a la coyuntura actual, sino que ha consolidado un patrón sostenido de desarrollo económico. Seguiremos trabajando para mantener y acelerar este liderazgo económico, asegurando que el crecimiento llegue efectivamente a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes del Biobío.”
Álvaro Ananías, presidente de CPC Biobío, gremio que agrupa a las empresas de la Región, sostuvo que el reciente ajuste al alza del Banco Mundial sobre el crecimiento económico de Chile (de 2,1% a 2,6%) y que va en línea con el IPoM del Banco Central, “abre una oportunidad para el país. Pero desde la multigremial consideramos que esa oportunidad en la Región, solo se materializará si se aborda con decisión el fortalecimiento de nuestros sectores productivos”.
El líder de CPC Biobío coincidió con el Seremi de economía en que la Región mostró un desempeño superior al promedio nacional en el segundo trimestre de 2025, “gracias al dinamismo de la industria manufacturera, especialmente en los sectores pesquero y forestal. Sin embargo, ambos enfrentan hoy riesgos estructurales que amenazan su continuidad”.
“Las nuevas normativas y restricciones desincentivan la inversión en flota y planta, afectando el empleo y el abastecimiento de materia prima. En el sector forestal, la pérdida de millones de hectáreas por incendios y los riesgos comerciales internacionales han golpeado a las pymes. La reforestación requiere visión de largo plazo y apoyo inmediato para los pequeños productores. En comercio exterior, el proyecto de royalty portuario amenaza la competitividad regional, encareciendo aún más los costos logísticos para nuestros exportadores. Biobío necesita fortalecer su vocación exportadora, no limitarla” añadió el presidente de CPC Biobío.
Ananías también reafirmó que el crecimiento nacional “debe ir acompañado de una estrategia territorial clara, que reconozca las vocaciones productivas de cada Región. Biobío necesita certeza jurídica, agilidad en la inversión y una mirada de mediano y largo plazo que priorice los sectores que generan empleo y valor. Solo así, Biobío podrá ser parte activa del crecimiento que Chile proyecta”.
Por su parte, Alejandro Casagrande, presidente de Corma Biobío Ñuble expresó que todo avance en materia de crecimiento es positivo para el país. “Sin embargo, desde el sector forestal consideramos que esta cifra sigue siendo modesta frente a las necesidades de desarrollo y bienestar de la población. Más aún si consideramos que la proyección de crecimiento para el 2026 es sólo un 2,2%”.
De acuerdo con el presidente de Corma Biobío Ñuble, Chile necesita crecer de manera sostenida a tasas del 4 % o 5 % anual en todos sus sectores, “para generar un impacto real en el empleo, los salarios y las oportunidades en los territorios. Para lograrlo, es imprescindible impulsar la inversión a niveles significativamente más altos, lo que requiere condiciones de certeza jurídica y seguridad”.
En línea con lo anterior, desde Corma Biobío Ñuble dijeron valorar la aprobación reciente de la Ley de Inversiones, “que contribuye a reducir los tiempos de tramitación y entrega mayor previsibilidad a los proyectos, fortaleciendo la confianza de los inversionistas y acelerando la ejecución de iniciativas. No obstante, para alcanzar tasas de crecimiento superiores y sostenibles, es fundamental avanzar en una modernización profunda del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), que permita procesos más ágiles, predecibles y técnicamente sólidos, resguardando el equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad”.
Del mismo modo, acotó Alejandro Casagrande, “se requiere una reforma tributaria que incentive la inversión productiva, reduciendo la actual carga impositiva de las empresas, que en Chile es significativamente más alta que en otras economías de la Región”.
Para José Miguel Stegmeier, presidente de Socabio, gremio que integran empresas del sector agrícola de Biobío, el problema de la región es complejo, “ya que varios sectores fundamentales de nuestra economía están con serias dificultades. Sigue siendo grave lo que pasa con la pesca industrial, también lo de Aclara, seguimos decreciendo en superficie plantada de bosques y se intenta implementar un royalty portuario, lo que restaría competitividad”.
En la mirada del presidente de Socabio, “no se han podido implementar políticas que tiendan a resolver esta problemática y el Ejecutivo insiste en implementar leyes equivocadas, como tampoco es proactivo en cuanto a destrabar aspectos que incluso sobrepasan la legislación vigente de proyectos de inversión, que han cumplido paso a paso los requisitos necesarios para ser implementados”, concluyó.