Gobierno: desafío en Biobío es concentrar nuevos empleos en manufactura y construcción
El ministro del Trabajo, Giorgio Boccardo, se refirió al escenario de ocupados en la Región, en vista de todo lo ocurrido tras el cese de la producción de acero de Huachipato. También abordó la coyuntura de la guerra arancelaria y la agenda legislativa.
Una reforma al sistema de subsidios laborales es considerado como clave para lograr mejorar la resiliencia institucional ante coyunturas como incendios, inundaciones o incertidumbres económicas internacionales, como la gatillada a raíz de la llamada guerra comercial entre EE.UU. y China cuyos efectos, en el aumento del riesgo para los empleos regionales, fue parte de las materias revisadas en el reciente Foro Estratégico que es parte del Plan de Fortalecimiento Industrial de la Región.
Fue Giorgio Boccardo, ahora como ministro del Trabajo y Previsión Social, en entrevista con Diario Concepción, quien anunció la presentación, en las próximas semanas, de un proyecto de ley de reforma al sistema de subsidios laborales, con el objetivo de mejorar la resiliencia institucional ante diferentes “coyunturas”.
El titular de la cartera del Trabajo y Previsión Social, también abordó materias como eventuales efectos en el empleo regional del proyecto de ley de fraccionamiento (pesca), medidas dirigidas al ámbito forestal, implementación de la reforma de pensiones, impactos de las bolsas por alza de aranceles en los fondos de pensiones y avances del plan industrial regional, entre otros.
-¿Es la guerra comercial entre EE.UU. y China y la ley de fraccionamiento en pesca un factor de riesgo para el ya alicaído empleo industrial regional y cómo puede abordar esto el plan industrial regional?
– (…) Para nosotros el marco sigue siendo el tratado de libre comercio que tenemos con este país y es en ese contexto que, al menos en el corto plazo, no se esperan consecuencias negativas, sin embargo, estamos monitoreando justamente el desarrollo y es en este contexto en el cual buscamos ir construyendo una institucionalidad más resiliente para enfrentar estas coyunturas. Como se sabe, estos últimos años nos ha tocado enfrentar epidemias, incendios, inundaciones, cierres de empresas emblemáticas y ahora esta situación geopolítica internacional en que una medida general que hemos decidido tomar es una modificación importante del sistema de subsidios laborales que tiene el país, justamente, para tener herramientas más flexibles que nos permitan desplegar distintas herramientas de política pública, ya sea, para en algunos casos, fomentar la creación de nuevos puestos de trabajo, sobre todo en aquellos grupos que tienen más dificultades y también fomentar que las personas salgan a buscar trabajo en coyunturas.
Esa combinación de elementos se sintetizarán en un proyecto de ley que vamos a presentar en las próximas semanas, que lo que busca es que los gobiernos de turno tengan herramientas más resilientes para enfrentar las coyunturas y puedan incentivar a distintos grupos y sectores productivos con herramientas que fomenten la contratación de trabajo formal que es una medida general que estamos tomando que, si bien, se diseñó previo a la coyuntura que estamos enfrentando con EE.UU., creemos que va en la dirección correcta.
-¿Y sobre el proyecto de ley de fraccionamiento?
-Específicamente, en el caso de la Ley de Fraccionamiento ( de la pesca), es algo liderado por el ministro de Economía (Nicolás Grau) que, a nuestro juicio, el día de ayer (15 de abril), en el Congreso, se resolvieron las principales preocupaciones que existían en los distintos sectores tanto artesanales como industriales. Todavía es un proyecto de ley que le queda un tercer trámite donde se terminarán de resolver esas discrepancias, pero nosotros, al menos, en el acuerdo que se ha ido construyendo en el Congreso, creemos que todos los sectores se sentirán bastante representados. De momento, no vemos esos efectos laborales que, en otro momento de la discusión se temieron, a propósito de la Ley de Fraccionamiento, así que, en ese sentido, al menos, estamos tomando las medidas que van en la dirección correcta de preparar el país para una coyuntura, que, sobretodo, en el caso de la guerra comercial, será de mediano plazo, no solo de dos o tres meses, sino que probablemente trascenderá este Gobierno y, en ese sentido, somos responsables de no solo estar mejor preparados para los últimos meses del año, sino que también entendiendo que, el que continúe posteriormente, requerirá de este tipo de herramientas y, como requieren de proyectos de ley, es mejor anticiparse y dejar la país mejor preparado para las coyunturas.
-¿Qué acciones se dirigen, en particular, para el sector forestal y maderero?
– Por un lado se está trabajando un diseño que tiene que ver con reactivar las plantaciones en distintas zonas de la Región y un proyecto un poco más a mediano plazo que implica orientar muchas de las obras de construcción de los próximos años en madera. Ahí, se están diseñando distintos incentivos que buscan alcanzar esos objetivos, pero hoy día, de hecho, conversando con Corma, al final de Foro Estratégico, se mostraron muy interesados en el trabajo prospectivo del Observatorio Laboral Biobío para su sector y acordamos, junto a la seremi que, en las próximas sesiones del consejo regional de capacitación, se incorporará este lineamiento.
-¿Se prevén impactos por las caídas de las bolsas mundiales en las pensiones producto de la guerra comercial?
– Por supuesto que la estamos observando, le encargamos al superintendente de pensiones que hiciera un seguimiento de cómo se están comportando los fondos en este momento, hacia adelante, una de las innovaciones que, justamente, trae la reforma es que pasaremos de fondos A,B,C,D a generacionales, con lo cual futuros pensionados quedarán mejor protegidos ante futuras coyunturas. Dicho eso, en este momento nos encontramos monitoreando la situación porque como hemos visto, a partir de ciertos anuncios, es que las bolsas han subido de manera importante y, en otros anuncios han retrocedido, entonces, esperamos que la situación se tienda a estabilizar.
-¿Cuántos empleos se espera generar en 2025 producto del plan de fortalecimiento industrial regional?
– Más que comprometer una cifra en específico, a nosotros nos interesa ir revirtiendo algunas tendencias o bien fortaleciendo otras. Si uno observa los datos de las personas ocupadas entre este trimestre móvil y el año 2024, vemos que el aumento de puestos de trabajo es cercano a cero. Eso significa que se mantuvieron los actuales ocupados desde el año pasado hasta ahora, lo que da cuenta, de cierta forma, que el mercado laboral regional resistió, no se destruyeron puestos de trabajo, lo cual, dado el contexto del cierre de Huachipato, creemos que da cuenta de la resiliencia del mercado laboral. Donde tenemos el principal dilema es en construcción, en que se requiere reactivar el sector para revertir eso.
Lo que nos interesa es que la reducción de la informalidad se consolide, que los puestos de trabajo que se creen se concentren en la industria manufacturera y de la construcción y que pasemos de una no destrucción neta de ocupaciones a un aumento de los ocupados.
-¿Cuáles son los principales desafíos ministeriales para su gestión, ahora como titular de la cartera del Trabajo?
– Seguiré, en la medida de las posibilidades, trabajando aquí activamente en el plan de reactivación, eso lo vamos a mantener porque ha sido una prioridad presidencial desde el año pasado. Al menos, son tres los lineamientos que el Presidente, Gabriel Boric, nos ha puesto como prioritarios en los próximos meses de gestión, el primero y más desafiante y el más importante, es la implementación de la reforma de pensiones que es, quizás, uno de los desafíos de política pública más importantes que hemos tenido, eso implica una implementación en tiempo y forma, donde uno asegure, primero, que las alzas de pensiones se produzcan en los meses que la reforma lo tiene contemplada, tanto en PGU como en la compensación por años cotizados, pero también porque tenemos que ir construyendo una institucionalidad donde se establezca el Seguro Social y el Fondo Autónomo de Protección Previsional.
Tenemos que enviar al Congreso tres leyes que están comprometidas en la propia ley que se aprobó y no solo es importante por las fechas que la ley nos mandata, sino también porque permitirá que la ciudadanía, en la medida que se logra un acuerdo que fue complejo, donde todos los actores que participaron de ese acuerdo tuvieron que ceder desde sus posiciones originales y que, finalmente, se converge en los objetivos de subir las pensiones a través de un seguro social que se logra, eso genera una expectativa en la ciudadanía que hay que cumplir.