Economía y Negocios

“No podemos tirar por la ventana todo lo que ha hecho Huachipato por Chile”: trabajadores de la usina tras el cierre

Una vez conocida la noticia, las instalaciones de la planta acerera estuvieron prácticamente sin actividad. El golpe emocional entre los trabajadores fue una de las consecuencias más importantes de la jornada.

Por: Diario Concepción 08 de Agosto 2024
Fotografía: Isidoro Valenzuela

Por Nelson Ojeda y Eduardo Bascuñán

Calles y pasajes prácticamente vacíos. Escaso movimiento de material y maquinaria se apreció de forma inmediata al interior de la planta de Huachipato una vez oficializado el cierre de la histórica empresa de Talcahuano.

Mientras las reuniones entre autoridades y sindicatos estaban en curso, poco a poco los trabajadores comenzaban a digerir bien la noticia que remeció las emociones de aquellos empleados de la usina.

Juan Aguilera definió como “un balde de agua fría” lo sucedido, y no solo para los propios miembros de la firma acerera, sino que también para sus familias y la comunidad local.
“Tuvimos 11 marchas para conseguir los aranceles (25% para barras y 33% para bolas de acero) donde logramos el objetivo. Creo que tenemos tiempo para revertir, daremos la lucha ahora en las calles de Santiago”, dijo Aguilera.

Huachipato es una empresa hegemónica con sentido de ser, estratégica, y no podemos tirar por la ventana todo lo que ha hecho Huachipato por la Región y por Chile (…) esto traerá un gran impacto social”, agregó Aguilera.

Héctor Toro se desempeñaba en el área eléctrica de Huachipato. Advierte que en este tipo de trabajos son precisamente las nuevas generaciones de universitarios quienes más sentirán el golpe.

Reiteró que la entrada del acero chino fue obstáculo clave para el desarrollo del mercado acerero local. “La competencia fue durísima. Difícil que se pueda revertir todo esto, ya es el segundo aviso de cierre durante el año”.

“En el aviso anterior de cierre muchos colegas se fueron a otras empresas”, advirtió.

Jubilado

Hugo Aedo es jubilado de la usina. Recuerda que antes de su retiro en 2014 los problemas relacionados con el acero chino ya eran un problema y con ello tema de discusión.

“Estoy sin palabras. Hay mucha gente que todavía está activa – en Huachipato-”, expresó de entrada, mientras poco a poco comenzaba a pasarse la voz, sobre lo acontecido, entre sus conocidos y familia.

“Acá habrá problemas de cesantía. Muchos trabajadores tienen a sus hijos estudiando. Estuve 37 años en la empresa, donde pude constatar cómo poco a poco se fueron perdiendo beneficios, como becas. Pese a estar jubilado digo que ‘ estoy helado’ con la noticia, teníamos esperanza que esto no ocurriera después que se dieron las salvaguardias”, agregó Aedo.

Ante la CMF

Pese a los anhelos de revertir este escenario por parte de algunos de los trabajadores que ayer alcanzaron a entrar a sus turnos, o bien salir, lo cierto es que hay un punto administrativo de suma importancia: la comunicación por parte de la empresa ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

En la misiva dirigida por el gerente general de CAP, Nicolás Burr García de la Huerta, hacia la presidenta de la CMF, Solange Berstein, se ratificó que “pese a la decisión que adoptó en abril pasado la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas (“Comisión Antidistorsiones”) tras analizar los antecedentes técnicos existentes, que la llevaron a recomendar la imposición de sobretasas a ciertos productos de acero provenientes de China, el Directorio de nuestra empresa filial Compañía Siderúrgica Huachipato S.A. (“CSH”) ha resuelto iniciar un proceso de suspensión indefinida de su actividad siderúrgica, proceso que culminaría en el mes de septiembre (el “Proceso de Suspensión”)”.

“CSH se ha visto imposibilitada de traspasar a precio las sobretasas que fueron recomendadas por la Comisión Antidistorsiones, lo que le hace económicamente inviable continuar con el negocio siderúrgico en Chile en su forma actual”, se aprecia también en el documento, además que si bien las faenas de acero son suspendidas, sí seguirá realizando otros tipo de labores de “negocios no siderúrgicos, como son la extracción y comercialización de caliza, el desarrollo de actividades portuarias y logísticas, como la descarga de soda cáustica, y la prestación de servicios de ingeniería y operación de proyectos para la sociedad REE Alloys. A lo anterior, se sumaría el desarrollo de una planta piloto de acero verde, fabricado a partir de la reducción directa de mineral de hierro”.

Desde los gremios locales, Álvaro Ananías, presidente de la Cámara de la Producción y del Comercio (CPC Biobío), dijo que lamentan la situación de cierre.

“Sin duda, el cese de operaciones de la usina producirá un impacto negativo ante una industria que por tantos años permitió la movilidad social a través de empleos de calidad, otorgando seguridad social y económica a muchas familias del Biobío. Por lo mismo, desde la multigremial, solidarizamos con las familias que se verán severamente afectadas en su calidad de vida y estabilidad laboral”, comentó Ananías.

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