Economía y Negocios

Las claves de la PGU y los desafíos previsionales pendientes

Con la aprobación se asegura un piso mínimo de $185.000, y es visto por el Ejecutivo como el inicio del tránsito hacia un sistema mixto.

Por: Edgardo Mora 31 de Enero 2022
Fotografía: Contexto

La aprobación del proyecto de Pensión Garantizada Universal se presenta como un avance que sienta las bases de lo que sería un nuevo sistema previsional de carácter mixto, tanto en su carácter contributivo como de solidaridad. Al menos así lo han hecho ver desde el Gobierno.

La ministra (s) de Desarrollo Social Andrea Balladares, destacó que en lo medular, este proyecto garantiza a las personas un piso mínimo de pensión de $185.000, incluyendo a aquellas personas que nunca han tenido ahorros previsionales y las que, pese a haber ahorrado, tienen una retribución muy baja.

Esto significa que toda pensión está por sobre la línea de la pobreza. Y lo importante a saber que toda aquella persona que hoy forme parte del Pilar Solidario o reciba algún aporte del Estado, comenzarán a recibir directamente los dineros a sus cuentas a partir de mediados de febrero, sin necesidad alguna de inscripción previa, sin trámites. Son aproximadamente 1 millón 800 mil personas”.

El resto, unas 600 mil personas, en situación menos precaria. recibirán a partir de agosto de 2022, informó Balladares.

En total son 2.4 millones de beneficiarios.

Consultada sobre el tema de fondo, mejorar el sistema de pensiones, la personera reconoció que “hace mucho tiempo tenemos una deuda con el sistema previsional chileno. Hay que ver esto a largo plazo, entender que nuestra población está envejeciendo y que por eso nos obliga a tomar decisiones hoy, para enfrentar lo que viene. Han habido proyectos de reforma estructural, pero que por distintas consideraciones políticas no han podido avanzar, por eso el llamado a todos los sectores para que tengamos una visión de Estado. Esta PGU es el primer paso. Recordemos que antes de 2008 no teníamos pilar solidario y hasta 2018 la Pensión Básica Solidaria era de $104.000 y en 2019 subimos a $176.000 y hoy llega a $185.000”.

La autoridad se mostró a favor de elevar la edad de jubilación y planteó que se debe avanzar en un sistema mixto, que se haga cargo de las personas más vulnerable pero sin restar importancia a la capitalización individual.

En suma, la ministra (s) destacó de la PGU la ampliación del 60% al 80% de los beneficiarios del Pilar Solidario de Invalidez, así como el aumento de la cobertura del 20% al 60% los beneficiarios del subsidio de discapacidad mental, que ahora también podrán recibirlo menores con discapacidad física o sensorial, para personas menores de 18 años, subiendo el aporte de $77.701 a $92.500. Se estima que para el 2022, el número de beneficiarios de este subsidio alcanzaría a 25.421 personas, con un costo proyectado de $ 8.099 millones.

Con los cambios introducidos, en total serán 2.481.798 personas que accederán a los beneficios. De ellos, 2.158.278 pertenecen a la PGU y 323.520 al Aporte Previsional Solidario de Invalidez.

Entregar valor y no sólo dinero

Al respecto, el economista de la Universidad de Concepción, Claudio Parés, dijo que la PGU va en el camino correcto, aunque advirtió que no soluciona el tema de fondo.

“Esto insiste en resolver los problemas simplemente reasignando dinero. Un sistema de seguridad social necesita incluir soluciones en salud, transporte y vivienda para los adultos mayores, no solo darles más dinero. Si pudiéramos garantizar que tendrán salud garantizada, remedios garantizados, transporte gratuito y viviendas dignas en las que vivir, tal vez no completamente gratuitas, pero sí a precios con un importante subsidio, no sería tan urgente aumentar el dinero entregado en pensiones. Y es que insistir en sólo repartir dinero no resuelve los problemas. Un sistema que ofrezca soluciones, sí”, expresó.

Parés añadió que es posible que ese sistema sea incluso más caro y difícil de financiar que el aumento de la pensión, pero se genera cohesión social y se le da sentido al aporte de todos al sistema.

“Además, sistemas de salud, transporte y vivienda especiales crean valor. Las pensiones solo reparten plata. Además, al generar sistemas puedes apuntar directamente a la sustentabilidad del mismo. Cuando propones aumentar las pensiones y aumentar el gasto fiscal de manera permanente sin un respaldo de ingresos fiscales permanentes, solo generas presión en la deuda fiscal que, en algún momento, terminará por pasar la cuenta”.

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