Economía y Negocios

Los principales desafíos que traen las nuevas bases de licitación eléctrica

En Biobío ampliaría su potencial para liderar el sector energético e implicaría retos en logística, mano de obra calificada, infraestructura, distribución, equipamiento y desarrollo tecnológico entre otros.

Por: Edgardo Mora 07 de Enero 2022
Fotografía: Contexto | Archivo

A días de publicarse las nuevas bases preliminares de la Licitación de Suministro Eléctrico donde se subastarán 5.250 GWh para abastecer las necesidades de energía de los clientes regulados del Sistema Eléctrico Nacional, especialistas identifican los aspectos más relevantes.

En primera instancia resaltan que se trata de cerca de un 50% más de energía licitada en comparación con el año 2021 y que podría traer impactos positivos y desafíos para las economías locales, regionales y país.

Principales desafíos

Al respecto, Rodrigo Ferreira Soto, director de carreras de Electricidad y Electrónica, Automatización y Robótica de Inacap de San Pedro de la Paz dice que el proceso “conlleva importantes retos que, a nivel nacional y regional, debemos estar preparados para enfrentar, como son desde el punto de vista logístico, la infraestructura, distribución y equipamiento necesario para la construcción de cada proyecto”.

A lo anterior, Ferreira suma que requerirá mano de obra calificada que participe en la proyección, montaje y puesta en marcha de las instalaciones.

Otro aspecto relevante, a juicio del director de carreras de Inacap, es la visión sustentable desde la génesis de cada proyecto, “no sólo la generación limpia de energía de cada uno, sino que también que la concepción de cada planta tenga una mirada amigable con el medioambiente, las comunidades cercanas y la economía local”.

Desde la perspectiva regional, el especialista indica que Biobío, cuenta con las condiciones para potenciar su liderazgo energético a nivel nacional. “En esta región tanto, proyectos fotovoltaicos, eólicos y de generación hidráulica resultan ser una combinación relevante para complementarse entre sí”.

Asociada a la licitación, Ferreira también prevé dada la importante cantidad de energía licitada, que va a demandar acelerar el desarrollo de tecnologías que permitan coordinar, transmitir y distribuir la energía generada de manera eficiente y segura considerando el gran volumen que esta Región seguramente va a entregar al resto del país.

Reducción de precios

Gustavo Pinto, gerente general de Misagroup y organizador del ya tradicional congreso Biobío Energía, plantea que es más del doble de lo subastado el año pasado, y en dicha ocasión “se llegó a precios históricamente bajos de US$23 por MWh, lo que augura un muy buen escenario”.

El gerente general de Misagroup, pone en relieve otro hecho, “esta licitación incorpora la obligatoriedad de contar con sistemas de respaldo que provengan de tecnología distinta al carbón o diésel, reafirmando el camino a la descarbonización que chile se ha trazado”.

A la vez, Pinto estima que será beneficioso para la industria regional de menor tamaño, al mejorar la competitividad de estos, reduciendo su costo energético en los procesos productivos lo que además impactaría positivamente las economías regionales.

Pese a las buenas nuevas, el ejecutivo no deja pasar que “lo paradojal de todos estos procesos es el hecho que avanzamos en una matriz más limpia, pero no se ve reflejado en rebajas de las cuentas eléctricas para las familias y es ahí donde las políticas públicas está al debe”.

Luis García, académico del Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica la Universidad de Concepción confirma que las últimas licitaciones han mantenido una tendencia hacia una reducción en los precios finales de las energías para los clientes regulados, aunque en realidad estos aún no llegan a reflejarse en nuestras cuentas de energía eléctrica.

García pone su atención en “cómo impactará en los precios finales la crisis económica mundial producto del Covid y que ha llevado “puntualmente” (por casi dos años) a una subida en los costos de transporte de hasta 15 veces, con lo cual muchos de los proyectos de energía a bases de fotovoltaica se han encarecido poniendo en riesgo la rentabilidad de ellos”.

Miguel Torres, doctor en Ingeniería Eléctrica y académico del Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad Estatal de O’Higgins explica que hay que entender que este proceso de licitación anual “es un negocio, un contrato entre generadoras y las empresas distribuidoras sin beneficios directos, evidentes o explícitos para el consumidor final como clientes regulados residenciales, cuya novedad en esta oportunidad, es la exigencia de respaldos que no sean a base de carbón o diesel”.

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