Desde diversos sectores del Biobío manifestaron su opinión respecto a la iniciativa que estudia el Ejecutivo. Dirigentes regionales apelan a responsabilidad personal y social para que medida no sea una obligación.
El alza de los contagios de Covid-19 ha generado diversos problemas a nivel nacional, siendo el mundo laboral uno de los más afectados. De hecho, desde el Gobierno ya han surgido algunos rumores que indican que, de no bajar los contagios, podría comenzar a exigirse la vacunación obligatoria de trabajadores para tener un mayor control sobre la pandemia.
De acuerdo a las cifras que maneja el Ministerio de Salud (Minsal), hasta el pasado 1,2 millones de personas mayores de 18 años aún no iniciaban con su proceso de inoculación, el cual inició en febrero y cuyo cumplimiento es voluntario en todo Chile.
En el mundo, la vacunación obligatoria para trabajadores ha generado diversas reacciones. De hecho, hay países que han implementado un pasaporte verde que acredite que los empleados hayan cumplido con su proceso de inoculación. Esta situación ha generado protestas en países como Italia y Francia, además de Estados Unidos, donde en Nueva York se han generado diversas manifestaciones.
Por ejemplo, desde Fedetur, su vicepresidenta ejecutiva, Helen Kouyoumdjian, manifestó que “aquí más que ejercer una obligatoriedad, hay que apelar a la conciencia de las personas para que mantengan conductas responsables y de autocuidado, especialmente a quienes trabajan de forma directa atendiendo público”.
Desde el rubro portuario, Alfredo Meneses, gerente general de Asexma Biobío y vicepresidente de la mesa Comex expuso una visión similar respecto a la exigencia obligatoria de las vacunas para cumplir en el mundo laboral.
“Esto hay que verlo desde dos perspectivas. Una que es la visión de la responsabilidad individual y social, y desde el punto de vista laboral, puesto que, estamos sujetos a normas que establece el Gobierno. Si el Gobierno, a través de los ministerios, nos exige otorgar este pase verde y verificar que los trabajadores están vacunados, lo encuentro algo complejo, porque me parece que nuestra gente de por sí debiese cumplir con el calendario de vacunación. La empresa es una parte de sus vidas y el vacunarse involucra ser responsables con la familia y con todas las personas que tenemos alrededor, incluyendo el mundo laboral”, indicó Meneses.
Agregó que es una medida difícil de tomar en un momento como este porque se le quiere traspasar una responsabilidad que es personal y del Gobierno a cada una de las empresas. “En este momento, creo que debemos apelar al autocuidado de las personas. Es un tema netamente personal y obligar a las empresas a tener alguna injerencia en algo que es personal podría traer complicaciones, considerando que hoy la vacunación no es obligatoria”.
Por su parte, desde el mundo de la educación, Jorge Barriga, presidente del Colegio de Profesores del Biobío sostuvo que es la condición mínima que se debe exigir a cada persona que retorne a trabajar de manera presencial.
“A nosotros como gremio nos preocupan demasiado los altos índices de contagios que hemos visto durante las últimas semanas. En la educación, nuestro discurso siempre fue volver a clases en Fase 4 y lo cumplimos sin oponernos. Ahora nos preocupa el tema, porque al estar casi toda la provincia de Concepción en Fase 3 disminuyen los aforos y ahí nos parece que hay que trabajar lo que es el Plan Paso a Paso. Estas decisiones hay que tomarlas con buenas evaluaciones previas”, indicó Barriga.
En relación a la exigencia de calendario de vacunación completa, el dirigente expuso que es una buena medida. “Creo que es positivo el que a personas que trabajan con harta gente se les comience a solicitar el esquema de vacunación completo. Con eso, debiera haber mayor control de la pandemia, algo que esperamos todos para retomar nuestras funciones”.