Consultados perciben “distancia” entre economistas y la realidad que viven quienes cuentan con menos recursos. De manera unánime consideran positivo poder capacitar a través de las juntas de vecinos.
¿Ha escuchado la expresión “ciudadano de a pie” que alude al habitante común y corriente? A ellos se consultó a través de presidentes y presidentas de uniones comunales de juntas de vecinos sobre cómo perciben que debería acercarse la economía a los hogares.
Uno de los comentarios que llama la atención y que se repite es respecto de la “distancia” existente hoy día entre economistas y ciudadanos.
“Los economistas están también en pedestales y necesitan bajar a ver la realidad que existe en los territorios, porque si ellos no bajan, tendríamos que ir nosotros”, reclama Guillermina Miranda, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos (JJ.VV.) de Concepción.
La dirigenta de Concepción tiene claro que quienes mejor hacen uso de la economía, son precisamente quienes tienen menos recursos, porque sí o sí, deben calcular cada peso que van a gastar.
En este sentido, resalta a las mujeres jefas de hogar por cuanto tienen que administrar de buena manera, en especial si se toma como base quienes deben vivir con el Sueldo Mínimo.
Miranda habla con propiedad de este tipo de realidad. “En mi experiencia, gano el sueldo mínimo y sé como distribuir mis ingresos para que me alcance”, asegura.
Concordante con esta visión de lejanía, Romualdo Sáez Carrillo, presidente de la Unión Comunal de JJVV. de Penco señala que los economistas están en el “Olimpo” y deberían ser más conscientes de la realidad de las personas con menores recursos.
En esta línea, el dirigente de Penco pone como ejemplo el caso argentino con el congelamiento de precios en los supermercados, comparado con lo que el llama “permisividad chilena” respecto del alza de precios en general y aprovecha para repasar los casos de colusión, como el más reciente caso del gas.
Por su parte, Marcos Diocaretz, presidente de la unión de comunal de JJ.VV. Integración y Desarrollo de Hualpén, donde existen dos uniones comunales, menciona que en general no todos tienen la cultura del ahorro.
Diocaretz agrega que todo lo que sea capacitación en el ámbito de la economía, los vecinos lo van a agradecer, en especial lo relacionado con cómo mejorar la administración de los multifondos porque muy pocos saben realmente cómo proteger de forma eficiente sus ahorros previsionales.
Además, el dirigente de Hualpén considera que sería muy útil para los vecinos contar con ayuda en el área de la economía del hogar.
Maritza Vergara Elgueta, presidenta de la Unión Comunal de JJ.VV. de Talcahuano apoya la idea de poder generar una capacitación sobre economía a los vecinos de su sector.
“Debería haber una forma de enseñarle a la gente a hacer un uso más eficiente de los recursos con que cuentan, a no gastar tanto en aquello que no es una prioridad o solo porque posee un determinado tipo de marca”, comenta Vergara.
En tanto, la presidenta de la unión comunal de Concepción, sostiene que es necesaria una educación porque sin ella difícilmente los vecinos podrían aprender algo. A la vez, plantea “por qué no enseñar economía en las escuelas y liceos primero, es ahí donde se puede aprovechar de mejor manera y para lograr acortar la tremenda distancia que existe entre quienes ganan $20 millones mensuales y quienes viven con el sueldo mínimo”.
Medio en broma, medio en serio, queda en al aire la idea que tal vez deberían ser los vecinos quienes podrían dictar clases de economía, por ser “doctorados” en hacer rendir el dinero para llegar a fin de mes con alta inflación y desocupación.