A nivel regional comerciantes han notado una baja de ventas importante en octubre, lo que augura un cierre de año complicado. Pese a la incertidumbre, desde el sector esperan prolongar las cifras de 2021.
Si hace algunos días el escenario parecía mejorar para el comercio minorista en algunas regiones, incluida la del Biobío, algunos gremios nacionales ya están al tanto sobre un posible “frenazo” del rubro para el año 2022.
Esta situación se daría debido a un ajuste que sufrirá la economía nacional. Si bien la economía alcanzará el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano a un 11%, lo acontecido durante el tercer trimestre (alta demanda y falta de stock de productos) radicaría en la caída de la actividad en su medición anual como en el trimestre previo.
De acuerdo a los expertos, las proyecciones de crecimiento para el próximo año fluctuarían entre un 0,5% y 2,8%, que se compara con el rango que fijó el Banco Central en el último Informe de Política Monetaria (IPoM), de 1,5% a 2,5%.
El comercio ha sido uno de los pilares de la reactivación económica. De hecho, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reflejan cómo el rubro ha sido fundamental para levantar el sector. En mayo, el crecimiento interanual llegó a un peak de 72,1%, para luego situarse en 65% de expansión en junio, y en agosto ya se apreció una moderación en el ritmo con un alza de 25%.
En materia regional, la Cámara Nacional de Comercio (CNC), ya manifestó que se están viendo índices de la desaceleración económica. Pese a que Biobío tiene buenos indicadores, en los gremios locales confirmaron que en octubre ya comenzó una merma en las ventas, que se podría extender para el 2022.
Bernardita Silva, gerente de estudios de la CNC, indicó que “el comercio minorista debiera tener una caída cercana al 20%, mientras que, si se proyecta el PIB comercio, la contracción podría estar más cerca del 10%. Si llegamos a tener los niveles de ventas que había antes de la pandemia y el estallido social, tendremos una caída de esa magnitud. El comercio minorista depende de la masa laboral y si eso no mejora, la caída puede ser mayor”.
En Biobío el panorama es de incertidumbre. Sin embargo, se opta por tomar lo que acontecerá en 2022 con cautela.
Andrés Ananías, vicepresidente de la Federación de Cámaras de Comercio de la Región del Biobío, sostuvo que “el comerciante pequeño es un prestador de servicios y la gente siempre nos busca. Los cambios más bruscos los sienten los grandes. En nuestro caso, estamos preparados para lo que venga. Nuestro tipo de comercio se ve afectado por los tipos de contingencia, pero creo que estamos preparados para este “frenazo 2022” al comercio minorista”.
Sobre el tema de alta demanda que traería consigo una falta de stock, indicó que “hemos tenido alguna incertidumbre y los comerciantes traen menos stock para no quedarse con los productos. Además, hemos tenido problemas para sacar mercaderías de aduanas, pero dudo que se genere una falta total de stock. En las proyecciones para 2022 hay incertidumbre por las políticas que se plasman en los programas para candidatos presidenciales, pero esperamos que no se tomen más medidas que afecten al comercio”.
Por su parte, Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de Concepción explicó que como gremio también están con incertidumbre de lo que pasará en los meses a corto plazo. “El impulso económico visto ha sido por las ayudas que se han entregado, pero durante octubre ya hemos visto una baja. No sabemos hasta cuándo será, por lo que, estamos expectantes de lo que ocurra a corto plazo. Las galerías están algo complicadas. Esperamos que este repunte visto se pueda prologar y aumenten los ingresos”.