Ha sido un mejor año hidrológico que 2019, pero se mantiene un déficit de 20% respecto a un año normal. Desde la cartera de Agricultura hablaron de cautela a la hora de proyectar.
“Llueve como antes” es una frase que ha sonado entre los penquistas que han visto cómo las precipitaciones en la capital regional de Bío Bío y en gran parte de la zona centro sur se han hecho una constante.
Efectivamente, según ratifican los últimos datos de la Dirección General de Aguas, a la fecha, ha llovido un 10% más que en 2019 en Concepción, aunque se mantiene un déficit de 20% respecto a un año normal.
Y los datos hidrológicos presentan un comportamiento similar en toda la Región del Bío Bío.
¿Cuál ha sido el impacto en el sector eléctrico y agrícola. Y qué se proyecta? Desde el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), comentaron a Diario Concepción que “en el informe de junio de 2020 se muestran proyecciones de costos marginales en las principales barras del sistema, para tres condiciones hidrológicas (media, seca y húmeda), con un horizonte de 12 meses”. En el gráfico 1 se muestra el costo marginal proyectado para la barra de Quillota 220 kV, que es la que atañe a la Región del Bío Bío y que muestra los valores según condición hidrológica. La tendencia es a la baja hacia el 2021. Buenas noticias para el sector productivo.
Y las lluvias también permiten asegurar la generación hasta marzo de 2021, explicaron desde el CEN. “La energía acumulada en los embalses ha aumentado en el equivalente a 215.9 GWh, debido a las últimas precipitaciones líquidas registradas en la zona centro sur. Junto con lo anterior, la nieve acumulada permitiría caudales disponibles para generación durante la próxima temporada de deshielo, esto es entre octubre de 2020 y marzo de 2021”.
En tanto, el seremi de Energía, Mauricio Henríquez, destacó que la matriz eléctrica se vuelve más limpia, ya que una mayor generaciòn hidráulica, sumado a las variadas tecnologías no convencionales, permite apagar centrales a carbón y diesel, proyectando una menor huella de carbono hacia fines de 2020.
Los principales impactos positivos en la agricultura se relaciona con el aumento de las napas freáticas que mejoran disponibilidad de agua de pozos, la mejora en la disponibilidad futura de agua para riego al permitir recuperar volumen de embalses, el efecto positivo para los cultivos establecidos de invierno (mayo y junio) y la disminución de riesgo de incendios forestales, planteó el seremi de Agricultura, Francisco Lagos.
De acuerdo con los últimos pronósticos publicados por la Dirección Meteorológica de Chile, se estima que para el trimestre junio-julio-agosto las precipitaciones en Bío Bío estarán en el rango bajo lo normal, trimestre que se considera clave para determinar si se termina con un nuevo año seco o cercano a lo normal, ya que en este período se acumula entre el 40 y el 70 % de las precipitaciones anuales. “Se debe ser prudente y esperar qué ocurrirá en los próximos meses, tanto con las precipitaciones como con la acumulación de nieve, ya que recién comenzó el invierno y debemos observar su desarrollo, lo que estamos realizando a través de un monitoreo permanente como Ministerio de Agricultura”.
