Se trata de iniciativas con cronograma definido a construirse durante los próximos 5 años. Pese a todo, el monto a materializar llega a los US$ 4.316 millones, aún insuficiente, según especialistas, que subrayaron el protagonismo del proyecto Mapa.
Pese a todo lo ocurrido y proyectado, lo cierto es que la inversión no retrocede en la Región del Bío Bío.
Esto, según un riguroso informe que elabora la Corporación de Bienes de Capital a nivel nacional, y que realiza trimestralmente un acucioso catastro de inversiones, tanto públicas como privadas, proyectadas para los próximos cinco años.
Según la CBC, si bien a nivel nacional existen bajas puntuales y marginales en la inversión, en Bío Bío el monto a invertir para los próximos cinco años alcanza los US$ 4.316 millones en el cuarto trimestre, un 8,4% más que el anterior.
La distribución de Gasto a materializar durante el lustro 2019- 2023, muestra que un 87,1% de la cifra se asocia a proyectos en etapa de construcción y/o en fase avanzada de ingeniería.
Por otra parte, los principales mandantes vinculados a la ejecución de iniciativas de inversión, corresponden a los sectores Forestal y Energía, juntos explican el 66,7% del dispendio por ejecutar e n la Región.
Además, un 90,6% del valor a materializar, corresponde a inversión privada, destacando el sector energía con proyectos de energías renovables no convencionales, así como la Modernización y Ampliación de la Planta Arauco (Mapa), que lidera el impulso económico regional en la actualidad.
El economista de la UDD, Carlos Smith, estimó que, efectivamente, los efectos de la crisis social y política en la inversión han sido “acotados” hasta ahora.
“Cuando se rompe infraestructura, se debe reponer, y eso en algo compensa. En la Región se ve el potente efecto del proyecto Mapa, pero si lo sacamos, es bien poca la inversión. Por eso, la pregunta es cómo irá variando este asunto, el sector inmobiliario puede ser un buen aliado en el futuro cercano, porque existen varios proyecto con permisos aprobados o en fase cercana a la materialización”.
Para el director del Centro de Estudios Regionales, Renato Segura, el informe confirma que los inversionistas han decidido postergar sus decisiones de inversión, lo que se espera que ocurra frente a períodos de incertidumbre. La buena noticia, sin embargo, se observa que las iniciativas de inversión se recuperan a partir del segundo semestre de 2020, es decir, vamos a tener un primer semestre 2020, complejo en materia de inversión, pero el cual -dependiendo de una disminución de la presión social-, debería recuperar su dinamismo hacia fines del presente año.
“Sin perjuicio de lo anterior, salvo el proyecto Mapa de la industria de la celulosa, la Región muestra un bajo nivel de inversión en sectores que reactiven la actividad económica local, principalmente, manufactura y servicios”.
