En 2018, Sebastián Carrasco arribó a la UdeC, para jugar por el equipo de básquetbol pero también para estudiar. Y tomando en cuenta su desempeño, fue pieza importante para revivir esa vieja mística de los ’90, de ese histórico equipo que dominó en Dimayor y donde buena parte de los jugadores era alumnos de la casa de estudios, lo que generaba una identificación mayor y un “match” con la gente. Ahora, con el reciente título de Liga Nacional, el cuarto de los últimos cinco años, el MVP de la final bajo el brazo y su carrera de Kinesiología terminada, el base anunció su adiós del Campanil.

Fueron siete temporadas donde vivió distintas etapas. Él mismo reconoció que al comienzo le costó, pues venía de sumar minutos importantes en Ancud, el equipo de su tierra natal, a jugar poco en su primera etapa con la camiseta auricielo. Siempre siguió trabajando, en silencio, buscando oportunidades y aprovechando sus minutos en cancha. Ahora, a sus 25 años, se va como un indiscutido no sólo de la UdeC, sino también como permanente seleccionado chileno. Ya cuando llegó de Quilpué, tras ganar la última Liga Nacional, señalaba su intención de dar un salto en su carrera, que se concreta con su partida a Argentina.

“Este paso llega en un buen momento. Igual es triste para mí dejar la UdeC, a mis compañeros, el equipo, todo en general. Formamos una dinastía, fueron tiempos muy ganadores en los que estuve, así que agradecido de eso”, dijo Carrasco.

Además, agregó que “me motiva mucho lo que viene. Hace rato que quería emigrar y creo que Argentina es un muy buen país, una buena liga para poder seguir desarrollándome. Se juega un básquet a una mayor intensidad, los niveles de lectura de juego son mayores. Eso le viene muy bien a mi juego, a mi estilo espero rendir al máximo. Estoy muy motivado con este nuevo proceso que se viene en mi carrera, así que enfrentarlo con la seriedad que corresponde y de la manera profesional como siempre lo he sido”.

Un hincha más

El base dijo que debe estar en Argentina entre fines de agosto e inicios de septiembre para comenzar la pretemporada, en una liga que comienza en octubre. “El equipo no lo puedo decir aún, tienen que anunciarme primero”, dijo riendo.

Y más allá del adiós, le dejó un mensaje-promesa a los hinchas de la UdeC. “Claramente es un hasta pronto, sé que volveré a jugar acá. Voy a estar por siempre agradecido con el club, con la universidad, pude sacar mi carrera, gané títulos, pero sin dudas me quedo con todas las experiencias que me han hecho crecer como persona y como jugador. Es triste irse, pero se formaron lazos que son para siempre y seguiré desde allá estando atento, deseándole que a la UdeC le vaya bien”.