“No estuvimos a la altura, demasiadas imprecisiones y la intensidad no es la adecuada para poder competir de esta manera (…) Me preocupa todo, porque defensivamente estamos siendo frágiles y en ataque no estamos convirtiendo los goles necesarios, por lo tanto me preocupa todo“.

Las palabras de un apesadumbrado Manuel Suárez, terminado el compromiso ante San Felipe, no dejan margen a dudas. La inesperada derrota en el Valle del Aconcagua, golpeó fuerte en la interna de un equipo que parece haber extraviado el rumbo y que, como consecuencia, continúa cediendo posiciones en la tabla del Ascenso, donde bajó al noveno puesto, ahora fuera de la zona de liguilla.

Atrás quedaron los días de solaz. Lejanos aparecen en este instante los impecables números del año pasado, cuando, con ascenso de por medio, el entrenador mantuvo el invicto en los 14 partidos jugados, con 11 triunfos y tres empates.

Distante parecen incluso las excelentes cifras mostradas promediando este primer semestre, donde el “León” de Collao alcanzó una racha de cinco victorias en seis presentaciones, incluyendo éxitos sobre Deportes Copiapó y San Marcos de Arica, conjuntos que estaban líderes cuando se midieron a los lilas.

La actualidad dice que, por el torneo de Primera B, Deportes Concepción no gana desde el 17 de mayo, cuando superó a los ariqueños. Después de eso, cuatro partidos donde cosechó dos empates y dos caídas, la más dolorosa, sin lugar a dudas, la sufrida este fin de semana.

El peor momento de Manuel Suárez en la tienda morada, porque pese a que a inicios de campeonato llegó a acumular tres derrotas en línea, esta vez sus decisiones a la hora de parar al once titular son puestas en tela de juicio; porque esta vez, la pérdida del rumbo del equipo parece venir directamente de un banco que no se da a entender y comienza a provocar dudas.

¿Espacio para la mejora? Mucho, sin dudas, partiendo por el propio Suárez y su cuerpo técnico, que han demostrado capacidad desde que llegaron al club. Y por un plantel de jugadores que también demostró nivel frente a los más pintados rivales, incluso de una división superior, como aconteció en Copa Chile. La cuestión es que retomen el camino pronto, porque este torneo de Ascenso suele ser inflexible con quienes se duermen.