
Portero jugó su primer partido con 45 años y fue figura en el triunfo de la UdeC sobre el sublíder Copiapó. El cuadro de la "Nona" Muñoz jugó 24 minutos con uno menos y un palo lo salvó del empate en la última jugada.
Son de esas victorias que valen doble. Sí, porque la UdeC tenía enfrente a un Copiapó que es sólido sublíder de la B, jugó 24 minutos con un hombre menos por la torpe expulsión de Osvaldo González y zafó del empate milagrosamente con un penal que dio en el palo a los 98″. Todos los aderezos para este plato que la UdeC se sirvió frío en Collao, ante 584 personas. Fue 1-0 y el Campanil es tercero con 24 puntos.
El primer tiempo nuevamente vio al equipo de la “Nona” Muñoz controlando a un linajudo rival que no pudo generar ni siquiera una situación de gol. Había desesperación, el local esperaba en bloque bajo y aguardaba su momento.
La UdeC había amenazado con un cabezazo desviado por Ignacio Herrera y a los 38″ abrió la cuenta con gran jugada por la izquierda. Bastián Ubal metió un pase de “10” que Oyanedel controló y envió peligroso centro al corazón del área. La defensa despejó, pero el balón le quedó a un Iam González que no dudó para fusilar a Fierro. Golazo.
Copiapó se la jugó dando ingreso a Jones, Acosta y Coronel, pero no encontraba fisuras en el circuito defensivo auricielo y tenía que intentar con remates de muy larga distancia. Cristián Campestrini embolsó uno de Torres y otro de Acosta sin problemas.
De a poco, la visita intentaba demostrar por qué está donde está y tuvo sus dos opciones más claras de gol en un zurdazo mordido de Axl Ríos que Osvaldo González sacó desde la línea y un cabezazo de Matías Gallegos que salvó “Campe”. En su primer partido con 45 años, el portero volvía a ser fundamental.
A los 73″ Osvaldo González dejó al equipo con diez por una violenta entrada con los dos pies por delante y la “Nona” se vio obligado a sacar a Herrera y Romo para defender con Meza y Medina. Era resistir y estar concentrados, nada más, pero una desafortunada mano de Meza permitió la gran oportunidad nortina para empatar desde los doce pasos.
Campestrini dijo al final del partido “quizás la rocé, pero lo mínimo”. Lo cierto es que a los 98″ el zurdazo de John Santander dio en el palo y el partido terminó. Milagro en el Ester Roa y la UdeC festejó desatada, no era para menos.
Un emocionado Campestrini declaró que “cumplí 45 años, vino mi hijo y esto me llena porque sigo luchando día a día por este sueño. A esta edad me emociono con cada triunfo y entrenar con estos chicos. Quiero llegar a los 47 años y superar el récord del Conejo Pérez”.
Tiene cuerda para rato y la UdeC está clarita. Y si hay que poner el bus atrás, también se hace. Solo le falta recibir a Antofagasta para cerrar la rueda, pero sí o sí cerrará entre los 3 mejores.