El Campanil hizo un buen primer tiempo, bajó mucho en el segundo y sufrió la inspiración de Óscar Ortega, quien marcó los dos goles de un visitante que le robó el puesto entre los ocho mejores.
Aunque hizo un correcto primer tiempo, la UdeC se fue desinflando y no mostró la agresividad ni claridad ofensiva de los dos partidos anteriores. Esta vez tuvieron que desplazarse a Talcahuano para ser “locales” ante Santiago Morning y cayeron derrotados por un 1-2 que hizo justicia a lo visto en el segundo lapso, donde el portero José Sanhueza tuvo bastante trabajo. De golpe, el Campanil es noveno.
El primer gol fue una contra brutal tras jugada de ataque auricielo que le traban a Jeison Fuentealba a la entrada del área. Como respuesta, Martín Arancibia avisó que sería un problema grande durante toda la tarde y llevó la pelota hasta el lado contrario a pura velocidad. Ahí encontró a Óscar Ortega (11’), que se perfiló para sacar un violento derechazo y abrir la cuenta.
El dueño de casa despertó y amenazó con tiro bajo de Ignacio Herrera, que llegó a las manos de Muñoz. El propio “Nacho” estuvo cerca con una acrobática “tijera” tras centro pasado de Camilo Rodríguez. La posesión era universitaria, la visita esperaba bien atrás a ver si causaba daño con el pelotazo largo.
En un córner corto, Reiner Castro probó con suerte un remate al primer palo (35’) y empató el compromiso. Sí, con algo de suerte porque el portero estaba tapado y el balón le dio un bote extraño antes de meterse a la red. Hasta ahí, era lo menos que merecía una UdeC que nunca fue avasalladora, pero sí se veía mejor que los microbuseros.
La segunda etapa fue distinta porque, en la misma dinámica, Morning sí fue encontrando espacios. Primero con un remate de Muga al cuerpo de Sanhueza, luego un derechazo alto y cruzado de Arancibia que otra vez hizo trabajar al golero del Campanil y más tarde con un tiro frontal de Muga que Sanhueza sacó con el pie.
¿Y el local? Solo un incómodo zurdazo de sobrepique de Juan Sánchez Sotelo que se fue alto. Torrente sacó a Castro, que dejó la cancha molesto, pero el DT explicó que “teníamos dos volantes de salida, pero no lográbamos generar y quedamos expuestos a las contras. Creo que eso último lo controlamos, salvo en la jugada del gol, pero es así… Esto es fútbol. Hay que lavarse la cara y pensar en San Felipe”.
El gol llegó otra vez en un ataque directo, ahora con un balonazo larguísimo, pero con intención, directo a Ortega. Sanhueza salió a matar o morir y el “Buche” se lo sacó de encima con toquecito corto para anotar con arco vacío (68’).
El atacante fue verdugo total de la UdeC en esta campaña porque en el CAP marcó dos veces y en la primera rueda había conquistado aquel 2-1 final que parecía empate. Lleva 5 goles en el año y 3 se los marcó a los de Torrente.
La zona de liguilla hoy tiene 9 equipos separados por 7 puntos pelando por los últimos cuatro cupos. El que gana dos partidos seguidos se mete de lleno y el que se duerme