El lanzador local se metió entre los seis mejores del mundo en el torneo que se desarrolló en la localidad de Viterbo, y de paso arrasó con tres récords nacionales, convirtiéndose así en el mejor representante sudamericano en su categoría.
Era el evento más difícil, donde los mejores 30 lanzadores de la última década se enfrentaron para definir al campeón absoluto del mundo, y donde un penquista se las arregló para estar entre los mejores.
Se trata de Andrés Daza, quien cumplió una actuación histórica en el Campeonato Mundial de Longcastig, que se desarrolló en Italia. La localidad de Viterbo recibió la 26ª versión del certamen, donde los exponentes de distintos países lucharon durante cuatro días para quedarse con los podios. Técnica, fuerza y concentración fueron los factores que marcaron la diferencia en un deporte donde, ocho segundos de presentación, resumen años de trabajo. Una especialidad en la que no hay categorías de peso ni edad, y donde tampoco existen factores externos que incluyan en el desempeño. Una disciplina donde el resultado es directamente proporcional a la capacidad del tirador.
Chile se presentó con un equipo de cuatro participantes, donde el caster regional era la mejor carta, por lo que apostaba a quedar entre 15 mejores del mundo, y ojalá lograr algún top 10 en una de las cuatro pruebas disputadas.
Todo partió con el plomo de 175 gramos, el más pesado de todos. Vientos cruzados hacieron una jornada difícil y, ante la sorpresa de muchos, Daza se ubicó 11°, dejando fuera de posiciones a casters de primer nivel.
El segundo día comprendió plomos de 150 gramos, mucho más amable para todos, y en el que Daza finalizó 12°, logrando 244,75 metros, con solo 8 metros de diferencia entre el número 6 y 12 del mundo. Así, cualquier error podía sacarlo de posiciones de avanzada.
En el tercer día tocaba el plomo favorito de todos, los 125 gramos. Fuertes vientos presagiaban la jornada más peleada de todas, y así fue, librándose una intensa batalla donde Andrés Daza logró lo impensado, ejecutando un lanzamiento de 255,75 metros para ubicarse en el número 6 del mundo. De esa manera, se registraba también el tiro más largo ejecutado por un caster nacional, obteniendo un nuevo récord chileno.
La cuarta jornada y final terminó con el plomo más liviano y, a la vez, difícil para todos, los 100 gramos, que dieron la despedida al mundial.
Al ser un plomo técnico, la fuerza pasaba a un segundo plano, y los lugares de avanzada se abrían a los lanzadores de técnicas mas depuradas.
En ese duro escenario apareció una vez más la figura del penquista, que terminó en la séptima posición y de esa manera abrochó el noveno puesto de la clasificación general, con nuevos récords para Chile. Así, cerró su participación con una marca de 247 metros en los 175 gramos, 244,75 metros en los 150 gramos, 255,75 metros en los 125 gramos, y 241,90 metros en los 100 gramos.
“Sabía que venía lanzando bien, pero en verdad no pensé que podría lograr este resultado. El mundial fue durísimo y pude hacer bien las cosas, quedé feliz con mi resultado pero no completamente conforme, porque cometí algunos errores que me podrían haber dado más lugares; pero con esto uno aprende y sirve de experiencia”, comentó Daza.
Poco descanso tendrá Andrés Daza, ya que en dos semanas más enfrentará cuatro torneos nacionales consecutivos. Por Fecapech, disputará el nacional de 100 gramos y el Limitado, mientras que por Fechpyl, será parte en la primera semana de mayo, de los 150 gramos y lanzamiento Limitado.
“Llegando a Chile tengo que entrenar de manera inmediata, son cuatro nacionales y quiero estar en las mejores condiciones. Me encantaría poder romper los récord de 100 y 150 gramos, y desde ya estaré preparando el mundial de Argentina 2025”, sentenció el penquista.