Partió en desventaja, se arregló en el entretiempo y Gillard logró el 1-1 que lo dejó entre los tres mejores del torneo.
Tan meritorio como impensado. Parecía irreal cuando el técnico Jonathan Orellana decía hace un par de meses que Fernández Vial quería terminar entre los tres primeros. Y lo logró. Con garra y con una propuesta que puede no ser muy vistosa, pero se adecúa perfectamente a lo que había. La “Maquinita” empató en tiempo agregado ante San Antonio y se quedó con el tercer puesto del campeonato. El equipo de Nery, Gómez, Herrera y compañía se fue entre los aplausos de su gente.
El partido fue complicado ante un rival que construye muy bien en la zona media, con la temprana lesión de Claudio Muñoz que obligó a mover piezas (Zúñiga se retrasó bien de central y Kimura tomó las banderas en la zaga) y el gol de Juan Pablo Andrade a los 37. Un mal despeje de Odswart Canessa, tras un centro a la salida de un saque lateral, dejó la pelota en los pies del defensor, que fusiló a Veloso.
Pero Vial entró encendido desde el descanso, buscando mucho a Gillard para que encare mano a mano y luego sumando a Ramírez y Matamala cargados a la izquierda. Esos cambios con los que Orellana suele descolocar a sus rivales.
Pudo anotar con Gillard sacándose al arquero, pero no la terminó bien. Lo tuvo Matías Leiva pero falló arremetiendo en solitario a un pase del muy buen Alexander Concha, el más claro del equipo. Y también hubo un tiro libre de Ramírez al travesaño y un derechazo de Herrera que no entró solo porque había dos defensores parados en la línea.
San Antonio intentaba a la contra, pero Gómez y Kimura siempre aparecían para realizar un cruce más y Vial fue por la última. No quería cerrar esta notable aventura 2023 con una derrota. En eso, un pelotazo alto encuentra a Gillard, que guapea con un zaguero más alto, mete bien el cuerpo y se va contra el arco. Corría el minuto 93 y su zurdazo abajo hizo explotar Collao. El argentino terminó la campaña con 5 goles y de máximo artillero de un club que solo perdió uno de los últimos 11 juegos.
Luego los aplausos de la gente para un plantel que con poco hizo mucho y dio lección de coraje.