El chiguayantino fue oficializado para integrar la selección chilena juvenil que disputará el campeonato mundial de la especialidad, en noviembre. Protagonista de un meteórico crecimiento, hoy es una de las caras del recambio nacional.
Fue hace solo unos días, y vía correo electrónico, que Rafael Barriga (18) recibió la mejor noticia de su corta carrera deportiva: jugaría un mundial. No será en fútbol, tampoco en básquetbol. Lo suyo pasa por un deporte relativamente nuevo, aunque con el crecimiento exponencial más grande de los últimos años en el mundo y, por supuesto, también en Chile: el pádel.
Este deporte, incomprensiblemente resistido por algunos, es abrazado por muchos y consta de un desarrollado circuito internacional, que comprende gran cantidad de países y participantes. Y será el máximo evento anual en donde tendrá la posibilidad de participar este chiguayantino que, en corto tiempo, se constituyó en una de las nuevas caras de la disciplina en el país.
Fue en el Estadio Español de Chiguayante que dio sus primeros derechazos, luego de pasar con gran éxito por un par de deportes. Uno de ellos fue el balonmano, donde fue campeón chileno escolar con el Colegio Pinares, disputando incluso el sudamericano de la categoría. El rugby fue otra disciplina que practicó por poco más de un año, vistiendo la camiseta de Los Troncos y llegando a ser preseleccionado chileno de Seven.
Pero la pandemia lo cambió todo, y en cuanto comenzaron los permisos sanitarios en medio de la cuarentena, se inició en el pádel, a la par del tenis, que practicaba hacía algún tiempo. Le pasó lo que a seguramente muchos, se enganchó con este deporte que también se trataba de raqueta, de pelota, pero con un concepto diferente: juego en equipo y paciencia de oriental.
“Me gustó porque además de que se necesita harta técnica, la paciencia es primordial, para marcar puntos siempre hay que pasar una bola más, si uno se apura perderá el punto seguro; el ‘winner’ se genera siempre con un golpe previo. Lo otro que me atrajo es que, pese a ser parecido al tenis, acá se juega de a dos personas, y como siempre hice deportes más colectivos, siento que entré muy bien”, asegura.
Rafael dice que hace poco más de un año comenzó a tomarse más en serio el pádel, decisión que en corto tiempo lo elevó al primer plano del circuito nacional.
“Fue bien rápido la verdad. Tomé clases con un profesor particular, me metí a campeonatos y fui subiendo hasta jugar los torneos de menores, ganando dos de ellos con diferentes parejas”, relata.
Esas actuaciones lo pusieron en la órbita de la selección chilena junior, que buscaba jugadores para disputar el Campeonato Mundial de Pádel de Menores 2023, que se disputará en noviembre en Asunción, Paraguay.
“Primero me llamaron a la preselección nacional, hice el proceso y posteriormente participé de los entrenamientos que definirían la nómina final. Así terminé pasando el corte hasta quedar entre los cuatro elegidos de mi categoría junior. Venía haciendo un buen trabajo, me sentía seguro pero estaba la incertidumbre si quedaría en la lista definitiva. Me alegré mucho cuando me confirmaron dentro del equipo”, complementa.
Sobre su preparación para su debut internacional, Barriga asegura que está haciendo todo posible para llegar de la mejor forma al evento. “Quiero vivir esta primera experiencia internacional, más que nervioso estoy ansioso por jugar y disfrutar todo lo que conlleva un mundial. Quiero dejar a Chile lo más alto y para eso, aparte de jugar a muy buen nivel en la semana, entreno dos días con el técnico de la selección nacional, Alberto Miranda, junto con un trabajo físico especial. Haré todo lo que esté en mis manos para quedar entre los cinco mejores; tenemos un buen equipo, así es que espero lo mejor”, concluye.