El MVP de la quinta final del tricampeón analizó el histórico logro del Campanil y su gran momento personal.
Su futuro estaba escrito desde pequeño. “Mi papá me motivó a jugar básquet. A los 7 años ya entrenaba en el gimnasio a doble turno. Él estudió y jugó en la UdeC. Tengo tíos, tías y abuelos que también compitieron acá. Tuve la suerte de venir de una familia muy basquetbolizada. Estaba en la sangre, era cosa de explotarlo”, comenta Sebastián Carrasco.
Fue el MVP de la gran final, llevándose la ovación cerrada de la Casa del Deporte. Su juego eclipsó por completo al gimnasio en el quinto partido. El talentoso base de 23 años recién le toma el peso a lo conseguido hace casi una semana. “En ese momento uno pasa a recibir el premio y nada más, no te das cuenta del resto. Pero es recoger los frutos de todo lo que entregas. Que la Casa del Deporte me reconozca es algo soñado. Siempre quise algo así. Demostré estar preparado para llevar a un equipo a la final y ganarla”, cuenta Seba, agregando sobre el histórico cetro del Campanil que “Lo dimensiono como algo tremendo. Coronarlo en la Casa del Deporte fue aún más bonito. Hace mucho tiempo no se ganaba un campeonato de local y justo que haya sido un tri, era algo que soñábamos todos. Fue con nuestra gente y lo logramos. Ha sido una semana linda asimilándolo. Esperamos lograr un tetra ahora y seguir avanzando en todo lo que venga. Esto nos motiva aún más. Sabemos que, por lo que se dice, somos una dinastía, pero queremos seguir por más. En eso nos enfocaremos cuando volvamos”.
En lo colectivo, un tricampeonato espectacular. Y, en lo personal, ¿un torneo soñado? Carrasco expresa que “sí, estar en el nivel que estoy es un sueño. Es lo que siempre quise. No sabía cuando se iba a dar, pero llegó en un buen momento. Siempre lo pensé. Desde chico veía que tenía condiciones. Cuando tenía 17 años y por primera vez estaba en un equipo adulto sentí que podía llegar a esto, pero debía trabajar duro. Lo hice y me terminé cumpliendo a mí mismo.”.
Su día a día no es exclusivamente básquetbol. “Estoy estudiando kinesiología. Estoy en quinto año en internado yendo a un Cesfam. Son cuatro internados de 2 meses cada uno. Más o menos podría estar saliendo en diciembre si es que me va bien. Estoy desde las 8 am. hasta las 16 horas. Me han dado facilidades durante las finales y agradezco a la jefatura de carrera y mis profesores guías. Soy un caso especial y se lo han tomado bien”, revela.
Tiene objetivos y una importante ambición. “Agregando cosas a mi juego podría dar el paso de irme al extranjero. Puedo mejorar mis porcentajes de tiro, la lectura del juego. Siempre he sido de ponerme objetivos a corto, mediano y después largo plazo. Me gustaría salir a Brasil o Argentina. Son ligas por sobre la nuestra. México es muy bueno. Luego me gustaría mirar a Europa, pero hay que ir superando etapas. Me tengo mucha fe. Ahora estoy trabajando con un agente y estoy más en el radar internacional. Es cosa de tiempo. por ahora debo sacar la carrera y ver que opciones se dan”, cierra.