Necesitan poco para salvar la categoría, pero van tres caídas al hilo, esta vez por entrar mal los 20 minutos iniciales. Levantó en el segundo tiempo, pero no bastó, perdió 1-2 ante Velásquez y el descenso sigue muy cerca.
Sumando quién llegó más y menos, puede decirse que General Velásquez se llevó demasiado premio, pero la realidad es que la visita mató antes de los 20 minutos y luego hizo su juego. Deportes Concepción perdió su tercer partido consecutivo y fue castigo por entrar dormido ante un equipo que no perdona. Un 1-2 que deja dudas, sobre todo, en el medio.
A los lilas les costó en el primer tiempo, con solo dos puntas y Bolaños en la banca. Ibarra era único receptor arriba y se las ingenió para generar remates, bastante aislado. De entrada, Hugo Herrera marcó tras rebote que dejó Bernedo a derechazo de Alegría (5″) y aumentó Patricio Troncoso (18″) tras pase profundo donde resbaló Matías Lagos.
En el segundo lapso se arriesgó, salieron los dos contención (Toledo y Jelves) para meter otro punta (Henríquez) y ese esquema sí funcionó. Se vio otro “León”, descontó temprano por medio de Riveros y se expuso a la contra, pero sin pasar tantas zozobras defensivas.
Todos levantaron en los minutos finales y uno puede quedarse con esa actitud o preguntarse: ¿y por qué no jugar así desde el minuto uno? Porque les pasó la cuenta. Los morados ahora van por Limache y solo dos puntos lo separan del descenso al amateur.
Es verdad que en la fase defensiva Concepción tuvo unos primeros veinte minutos para el olvido. Después se afirmó, aunque ya era tarde. Pero Maximiliano Riveros siempre pone esa cuota extra de ganas y actitud que termina levantando al equipo cuando la tarea parece perdida. Así llegó su descuento a los 54’, tomando un rebote de Obregón tras remate de Ibarra. A ratos fue “9”, se metió a pivotear al medio y fue de lo más destacado junto al segundo tiempo de Manzo, el empuje de Rigazzi, Fernández y los que entraron en el segundo tiempo, aunque no bastó.
No hizo un mal partido. Es más, un par de sus mejores ocasiones de gol fueron generadas de la nada, peleando solo con los rivales para girar y sacar un remate. Es cierto, pero también un hecho que Juan Sebastián Ibarra no ha podido marcar en las últimas fechas y ante Velásquez tuvo mala fortuna y le faltó un pelito de fineza. Tuvo dos cabezazos en buena posición -uno cuando el marcador aún estaba abierto con un gol de distancia- y luego se las arregló para rematar dos veces de derecha. Como sea, de los cinco tiros al arco lilas, cuatro fueron de Ibarra. Estuvo ahí.
Se sabía que General Velásquez es un equipo que le gusta jugar a la contra, que si te intercepta un balón en la zona media sale rápido y llega punzante al arco rival. El cuadro de Óscar del Solar debe haberlo estudiado toda la semana, pero a los 5 minutos ya era sorprendido. Alegría desbordó por la derecha, llegó hasta el área rival y remató a portería. Bernedo no tuvo su mejor intervención, dejó el balón boteando cerca de su área y Hugo Herrera llegó para abrir la cuenta. Golpe tempranero y a los 18’ aumentaría Patricio Troncoso tras pase profundo donde resbaló Lagos.
Quedaba poco de partido y el local tenía más ganas que argumentos, pero se vio golpeado en el minuto 92 con una tarjeta roja que pesa más para el próximo partido que en esta derrota. Lautaro Rigazzi llega tarde a una pelota en el medio de la cancha y toca a Hugo Herrera, que cae desplomado, más que todo por el agotamiento del partido mismo. El árbitro expulsa al zaguero lila, tal vez de manera exagerada, y será baja importante para el juego ante Limache.