Tiene 19 años y llegó desde Punta Arenas a Concepción para mostrar su talento en una disciplina que le apasiona. “Estoy acostumbrada a compatibilizar deporte y estudios, el mensaje es que sí se puede”, afirma.
Una pasión heredada que hoy la hace feliz. Sol Villegas, con 19 años, estudia derecho en la Universidad San Sebastián y se entusiasma a la hora de hablar de básquetbol.
Es el deporte que practica desde muy pequeña y que encontró casi de casualidad, cuando acompañaba a su hermana a los entrenamientos y de pronto entró a la cancha. “Todo partió en el Club Deportivo Inacap. Mi familia siempre ha estado en el básquet, mis abuelos y mi tía, que era quien llevaba a mi hermana a las prácticas. Un día yo también quise, me gustó y se dio nomás”, cuenta Sol, aclarando que el nombre de su club no tiene nada que ver con el instituto y es sólo un alcance.
Nació y creció en Punta Arenas, antes de dar el salto a Concepción para estudiar derecho. “Se me dio la posibilidad de salir y la tomé. Acá tengo familia. Lo vi como una muy buena opción para crecer desde el punto de vista personal y en todos los ámbitos. Quería entrar por mis notas a la “U”, aunque postulé a las becas deportivas, quédé y ahora soy parte de la selección”, afirma.
Va en segundo año de carrera, por lo cual no ha podido competir en demasía ni tener tanta acción como hubiese sido una temporada normal sin pandemia. Aún así, Sol ha sabido disfrutar lo lindo del lado deportivo a nivel académico. “He jugado Adesup y amistosos con mis compañeras. El deporte es algo que te abre demasiadas puertas, a todo. No sé si viva del básquet ni mucho menos, pero he tenido chances de conocer gente y crecer mucho como persona. El básquet para mí es una salida cuando tengo un mal día o si ocurre algo malo. Entrenando, se me pasa todo. . Hay personas que encuentra pasión en las cosas que hacen y en mi caso es jugando. Es un alivio, una vía de escape”, asegura.
Estudiar derecho nunca es fácil, ¿cómo se organiza para rendir en la universidad y complementar el día a día con el deporte? Sol cuenta que “como juego desde los 8 años, crecí con los hábitos y disciplina que me han inculcado mis papás. Para mí no es difícil compatibilizar deporte y estudios, porque no conozco otro mundo, siempre he hecho eso. Era chica y cuando iba a ver partidos, me llevaba los cuadernos para así estudiar en el entretiempo. Lo que se hace siempre, yo no lo hacia, en torno a salir y pasarlo bien, porque los sábados y domingos jugaba bien temprano. Si me sacaba una mala nota, mi castigo era no entrenar y para mí eso era terrible. Siempre he respirado básquetbol”.