El Ancla puede sonreír después de esta primer rueda, donde ganó todo en El Morro, es líder e invicto, pero ahora viene lo más difícil.
Falta una fecha, pero ya terminó la primera rueda para Naval, por el retiro de Caupolicán. Volverán en dos semanas más en cancha de Santa Juana, pero sacan cuentas alegres de este arranque: líderes, invictos y con ciento por ciento de rendimiento en El Morro. El 2-0 ante Mulchén se celebró el doble, porque se sufrió, enfrente estaba el sublíder.
El técnico Alejandro Pérez analizó que “Mulchén fue un tremendo rival, fue siempre para adelante y crecieron en el segundo tiempo, pero por algo llevamos solo tres goles en contra, más allá de que todos los cambios que metimos fueron ofensivos. Podríamos haber puesto más gente al medio o atrás, pero no. Había que aguantarlos y esperar una oportunidad para matarlos arriba. Nuestra propuesta es muy ofensiva y atrás nuestros centrales quedan muchas veces mano a mano, algo que han manejado muy bien. Eso se trabaja harto”.
No estaban Vásquez, Véjar ni Parada, pero el DT señaló que “en la charla les dije que acá no dependemos de dos o tres jugadores, somos un plantel. No sacamos nada con tener solo doce jugadores, hemos cambiado piezas y el equipo sigue jugando bien. Ahora, sí ya creemos que estamos clasificados estamos muy mal. Ahora nos quedan muchos partidos afuera y saldremos a ganarlos, pero será complicado. No podemos dormirnos ni creernos el cuento por estar arriba. Tenemos muchos contusos y esta fecha libre nos viene bien. Aquí clasifican solo dos por grupo y la pelea es cerrada, pero estamos sin calculadora ni mordiéndonos las uñas. Dependemos de Naval”.
Otra vez fue gran figura el central Felipe Rivas, uno que marca, es buena salida desde el fondo y hasta se anima en arco contrario. El zaguero apuntó que “fue un partido trabado, Mulchén mostró su buen juego y tal vez desaprovechamos algunas oportunidades arriba y se nos vinieron un poco encima. Atrás estamos sólidos, solo nos marcaron una vez en El Morro y con Jhan (Moraga) hemos andado bien, pero acá marcan todos y ojalá no recibamos ningún otro gol acá”.
Y se llevó todos los aplausos evitando el gol en dos milagrosas oportunidades. El “4” del ancla detalló que “el primero fue en un tiro de esquina, donde vi que el arquero quedaba corto por el viento. Hemos trabajado que si el arquero sale, yo me quedo en el arco y funcionó. La otra fue un esfuerzo mayor porque me tuve que exigir en el salto, cabeceé y felizmente dio en el travesaño. Ahora nos toca Santa Juana, hay que ir a ganar allá y no se descansa, aunque nos toque fecha libre”.