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“No aguantaría la universidad sin jugar hándbol”

Belén Heutger tiene 23 años, estudia Medicina en la Ucsc y disfruta estar donde siempre quiso. Agradecida de sus padres y entrenadores, valora enormemente las experiencias que ha vivido a nivel deportivo y académico.

Por: Carlos Campos 02 de Mayo 2022
Fotografía: Cedida

Puede decir con enorme orgullo que está donde siempre quiso. Con 23 años, Belén Heutger es un joven talento que tiene el equipo de balonmano de la Ucsc que disfruta cada minuto en la cancha y fuera de ella.

Partió desde pequeña en Cañete, con los profesores Rolando Salazar y Liliana Veloso, pasando por varias etapas antes de consolidarse a nivel académico y deportivo en la Región del Biobío. “Nunca pensé en llegar tan lejos, si cuando era pequeña practicaba básquetbol. Ahí fueron los profes quienes me motivaron a partir en el handbol, pero no tenía absolutamente idea de nada. En todo caso, más que lo competitivo, el ambiente que genera el deporte es algo único”, cuenta Belén.

Pasaron los años y el hándbol se volvió fundamental en la vida de la joven deportista, que soñaba en grande. “Me achaqué una vez que no quedé en la selección y luego me lesioné. Ahí, me enfoqué en entrar en la carrera que quería y partí en Medicina de la U. Católica del Maule. Entrené y jugué con el técnico Pablo Vicencio, en un equipo que andaba bien. En todo caso, mi sueño seguía siendo estudiar esa misma carrera, pero en Conce”, dijo Belén, que perseveró y tuvo premio.

Compitiendo en un nacional por su universidad en el Maule, se le abrió una ventana para cumplir el sueño de su vida. “Llevaba un año y se presentó la posibilidad de postular a una beca deportiva. Partía desde cero, pero era estudiar donde siempre quise. Lo hablé con mi familia y se dio, entré a la Ucsc. Siempre soñé estudiar Medicina en Concepción, no puedo estar más agradecida. He conocido muchas personas en esto, donde se crea gran compañerismo, un hábito que es muy importante para desarrollarte en el ámbito universitario-estudiantil. El deporte entrega constancia y responsabilidad. No es solamente a nivel deportivo, entrenar y jugar mientras estudias te repercute en varios ámbitos”, cuenta Belén.

Es lateral izquierda, aunque no se complica para jugar de central. La estudiante comentó además que “entre alegrías y porrazos, hoy soy una persona resiliente y que sabe organizarse. Y eso sirve para todo. Obvio que a veces estás un poco colapsada, pero no podría aguantar la universidad sin jugar hándbol. Es mi escape. Mi cuerpo necesita jugar un par de veces en la semana para desestresarme, despejarme y estar mejor. Más que un hábito, se volvió una necesidad. Es un espacio obligado”.

Finalmente, Belén destacó a todos quienes han contribuido de una u otra forma en su carrera, tanto dentro como fuera de la cancha. “Le agradezco al deporte y al hándbol, ha sido fundamental en mi vida. Desde pequeña, además, he estado saliendo a jugar, entrenando y muchas veces me he perdido cosas familiares importantes, pero mis padres (Helmut y Gloria) siempre han estado apoyándome junto a mi hermano Helmut. Por último, agradezco también a los entrenadores que han estado conmigo toda mi vida, partiendo por “Rola” y “Lili”, junto a Pablo Vicencio y al Pato Polic, que me conoce desde chica llevándome de “galleta” a torneos”, cerró.

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