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¿Se invierte “en verde” en el deporte chileno?

La reciente clasificación de las selecciones adultas femenina y masculina a los mundiales de hockey césped, tras un proceso bien planificado, puso en el tapete el valor de poner recursos y otros elementos pensando en logros a futuro. Voces de diferentes disciplinas, que han sido parte de procesos exitosos, aseguran que falta no sólo creer en los talentos, sino que implementar estrategias que permiten renovar los éxitos que, en muchos casos, son esporádicos.

Por: Ricardo Cárcamo - Samuel Esparza 07 de Febrero 2022
Fotografía: Andrés Oreña.

Lo sucedido hace unos días en Santiago, en el marco de los Panamericanos de hockey césped, fue la consecuencia de un proceso bien planificado. Con tiempo, apostando porque una estrategia adecuada, con inversión, trayendo a profesionales de renombre, diera sus frutos. Por primera vez en la historia, las selecciones adultas femenina y masculina consiguieron clasificar a un mundial.

Muchos ponen como inicio de este proceso en 2013, cuando empezaron a traerse torneos internacionales de la disciplina al país. Dos años más tarde, llegó el destacado técnico argentino Sergio “Cachito” Vigil a dirigir la selección chilena. Sin embargo, Braulio Calderón, quien lleva 35 años trabajando en la federación del deporte, y hoy se encarga del área de desarrollo y capacitación del organismo, aseguró que esto viene de más atrás.

“La federación apostó desde 2004 al traer a Alfredo Castro a Chile (argentino llegó para ser el head coach de la selección). Empezamos a potenciar las escuelas formativas también. Obviamente, todo se vio fortalecido con la llegada de Sergio ‘Cachito’ Vigil y Diego Amoroso, este último ha estado en la mayoría de los procesos de las selecciones junior y adultas. La traída de Jorge Dabanch también fue un gran aporte. Contar con técnicos de ese nivel es fundamental, y eso ha permitido alcanzar todas las metas propuestas. Con generaciones talentosas y bien formadas, el crecimiento fue bien realizado”, dijo.

Al respecto, agregó que “la mayoría de los chicos que hoy están en la selección adulta llevan años en el deporte. La federación, dentro de su plan de actividades, tiene campeonatos de menores, se incrementaron las líneas competitivas desde los 12 años hacia arriba. Eso permite tener un gran volumen de jugadoras y jugadores. Hoy en día, también muchos salen al extranjero, lo que años atrás era impensado. Además, con el apoyo de todas las regiones del país, en nuestra área de capacitación y desarrollo la federación apostó al 50 y 50, que eso es súper importante, dándole la misma relevancia a los procesos de hombres y mujeres. Hoy en día, estamos poniendo más énfasis en los varones pues en las damas va todo más avanzado. En eso, Concepción nos ha aportado muchísimo a través de Alejandro Wolansky y Evelyn Bastidas, pilares fundamentales en el crecimiento de esa zona”.

Manuela Urroz, jugadora de las “diablas”, indicó que “la clasificación fue producto de un proceso de mucho esfuerzo y dedicación durante los últimos años. Un trabajo serio por parte de la Federación, staff y jugadoras. De la mano de ‘Cacho’ Vigil han sido seis años de transformación en diversos ámbitos y de espera para resultados que recién llegaron”.

Apostar a procesos y al futuro

Un proceso que pone nuevamente en el debate una discusión de años en el deporte chileno:invertir “en verde”. Si se revisan los principales beneficios para los atletas, como las becas Proddar, están supeditadas a tener resultados, no a sustentar trabajos planificados a mediano e incluso largo plazo, donde lograr éxitos llegue como consecuencia de una estrategia.

En el hockey césped, claramente, sí se apostó de esa manera, pensando en sentar bases sólidas que permitieran conseguir grandes resultados. “En lo personal, creo que es fundamental tener buenos dirigentes en las federaciones. Cuando se apunta a objetivos comunes, las cosas se van dando en el camino. Eso ha pasado en nuestro deporte, pues cada directiva ha seguido una línea, tratando de desarrollar y masificar el hockey en Chile. No sé qué pasará en otros deportes, pero en nuestro caso apostamos en blanco y en verde, por decirlo de alguna manera. Ahora se han dado los frutos, y esto hace que den más ganas de trabajar. El hockey, además, da la oportunidad de disfrutar del deporte en familia. Además, siempre hemos sentido el apoyo del Mindep, el IND y el Coch, que apuestan por nuestro proyecto”, dijo Calderón.

Juan Labra, técnico del programa Promesas Chile Biobío de Remo, dijo sobre los procesos que “creo que sí dan resultado. Lo que ocurre es que muchas veces los periodos de tiempo en que dan resultado estos procesos son largos en general. Se cree que las cosas van ocurriendo mecánicamente o por situaciones más azarosas, y no es así. El hecho de que este año, o el año pasado o antepasado hubiera buenos resultados, tiene que ver directamente con decisiones tomadas hace ocho o 10 años atrás, y eso se olvida, se empieza a pensar que los resultados se deben a una generación especial cuando no es así. Es importante decir que si ahora se están viendo resultados en el básquetbol menores, o en el hockey, o en el balonmano, no es casualidad, sino porque probablemente hace 15 o 20 años atrás se tomaron decisiones acertadas”.

Juan Carlos Contreras, entrenador de halterofilia de Cañete, aseguró que “llevo 16 años en este deporte y creo que desde esos tiempos a la fecha se puede comenzar a hablar de procesos. Por lo menos nosotros en el levantamiento de pesas estamos apostando a una cierta cantidad de años, a comenzar a realizar un trabajo más formativo y en edades más tempranas. No quizás hablando de especialización deportiva como tal, pero sí haciendo pesquisas de niños con habilidades destacadas a través de baterías de test físicos que puedan determinar que un niño es sobresaliente sobre otro (…) Creo que eso sí se está dando hoy en día, quizás no con las herramientas y condiciones ideales que uno pudiera pensar o que se dan en países desarrollados, pero a la ‘chilena’ se está intentando”.

Sergio Parra, técnico de atletismo del Programa Promesas Chile de lanzamientos en Laja, comentó que “los procesos son fundamentales en la vida de un ser humano, no tan solo en la parte deportiva sino también en la parte valórica. Cuando uno habla de proceso en el deporte se fija metas y objetivos claros, los cuales pueden ser a corto, mediano o largo plazo. Por mi parte busco los procesos a largo plazo, por lo tanto trato de incorporar niños de corta edad, 10 a 12 años, y así en los primeros años solo preocuparnos de mejorar las capacitaciones motrices y enseñar la técnica de lanzamiento, respetando y mecanizando cada una de las fases”.

Renovarse en el éxito

A lo largo de la historia, el deporte chileno ha tenido éxitos, pero casi siempre aparecen como hechos aislados. Uno de ellos fue el título mundial del hockey patín en 2006. Alexa Tapia, protagonista de ese equipo, repasó el logro y lo que vino a continuación.

“Entrenábamos mucho, y se suplía la falta de jugadoras o de una liga con eso, con muchas prácticas. Siempre he pensado que también es clave la dedicación de las jugadoras, el darle tiempo a querer lograr algo. Ahora se quiere todo casi inmediato, no hay tanto sacrificio, pides muchas cosas y en realidad no te has ganado mucho. La falta de logros es por un tema de actitud, de que no se entrenó con la misma mentalidad después de ese título mundial”, dijo.

Además, agregó que “si uno mira para el lado, nunca tuvimos condiciones adecuadas. El Mundial 2006 se sacó por gestiones de apoderados al principio, que ellos fueron los que pintaron la cancha. La del Nacional era muy mala en ese momento, no estaba en condiciones. Esa humildad de no tener nada, sacarte la cresta…Teníamos la humildad de querer hacer las cosas bien. Más adelante sí hubo más presupuesto y ahí hay gente que se pone más quisquillosa y empieza a exigir”.

Tapia destacó también que “en temas de presupuesto siempre somos los últimos. Somos deporte en equipo, no somos Proddar, no somos ADO, no somos olímpicos, entonces siempre había que estar regateando un poco las lucas. Llegaban, siempre estaban las cosas, pero uno piensa ‘alto rendimiento, campeonas mundiales’ y nunca estuvimos en el paraíso. En viajes, nada que decir, siempre tuvimos todo. Lugares buenos, buena comida, buenos hoteles. Todo estaba para que sólo nos concentráramos en entrenar y jugar”.

En 2017, Chile logró el título sudamericano Sub 17 en el básquetbol masculino. Galo Lara fue el entrenador de ese equipo, y recordó que “ese logro fue parte de un proceso. Con Manuel Córdoba empezamos a trabajar en 2015 con la base del plantel que salió campeón en 2017. Estaba como asistente técnico suyo en los procesos del sudamericano en Argentina, donde obtuvimos el tercer lugar, que nos dio la chance de clasificar al premundial de 2016, que se jugó en Valdivia y ahí salimos sextos. Estaban Felipe Hasse, Aguirre, Arroyo, Maxwell Lorca. Eso nos dio un piso, y cuando asumí como jefe técnico ya conocía a los jugadores, sabía quiénes podía reclutar. Por eso logramos ser campeones sudamericanos tras 80 años”.

Lara reconoció que después no se hicieron las cosas de la mejor manera. “Para el proceso del premundial Sub 18 en Canadá presenté un proyecto para comenzar a entrenar de inmediato en agosto (salieron campeones en julio, en Lima). Ese torneo daba cuatro cupos al mundial de Grecia. ¿Qué pasó? Estuvimos parados agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre por falta de recursos. La federación no tenía plata para hacer concentraciones y me dijeron que debía esperar hasta marzo. Ahí decidí hacer gestiones personales, en Los Andes, y con ayuda de sponsors y del municipio conseguí financiar una concentración completa ahí (alojamiento, gimnasios, alimentación). De alguna forma le ‘pusimos presión’ a la federación para que desde ahí no parara el proceso hasta el premundial, que fue en agosto. Tampoco se cumplió el ideal de tener un año de preparación, fueron cinco meses con varias concentraciones. En el premundial jugamos seis partidos y ganamos tres (Ecuador, Panamá y República Dominicana) y perdimos tres. Quedamos quintos y con Puerto Rico, en el duelo que definía el paso a la instancia final, caímos por dos puntos. Nos faltó muy poco para llegar al mundial, y cuando me preguntaban qué fue yo dije que jugar más encuentros de nivel ante rivales como Puerto Rico, que nos dejó fuera”.

En ese sentido, contó también que “presenté un proyecto después del sudamericano de 2017 que duraba hasta 2023, pensando en los Panamericanos de Santiago. Fue mucho trabajo invertido en ese proyecto, y cuando se presentó ante todo el directorio me dijeron que no habían recursos. Lo que más me frustró fue que me dijeran eso de inmediato, no ‘vamos a hacer todo lo posible para generar los recursos para hacerlo’. Han habido una cantidad de entrenadores de diferentes nacionalidades, especialmente argentinos, a cargo de las selecciones chilenas, de todo el programa selectivo, y ha habido poca presencia de técnicos chilenos en esos puestos. Yo fui uno de los únicos, y logré un campeonato sudamericano. Eso igual sería bueno revisarlo”.

Rolando Sepúlveda, psicólogo del deporte que trabaja con el plantel de Huachipato, apuntó a la relevancia de que los resultados se mantengan y no sean un hecho puntual. “Es importante para ir generando una cultura, una identidad de que estos logros son posibles. Pero también es verdad que los logros, para las personas y quienes son parte de los procesos, hace que muchas veces exista conformismo y no se piense en cómo seguir ganando. Eso implica inversión y una serie de esfuerzos para consolidar el éxito, que eso es lo más complicado. En nuestra historia deportiva, existen triunfos aislados, puedes encontrar generaciones muy capaces, competentes y competitivas, pero la dificultad muchas veces es cómo consolidar eso en el tiempo”.

¿Hay talento para invertir?

Otro punto importante es si existen atletas con condiciones que permitan pensar en que la inversión a largo plazo será “recuperada” con logros. Si bien ello es imposible de asegurar, voces de varias disciplinas afirmaron que sí hay potencial.

“En Chile claramente hay mucho talento. Hablo desde mi disciplina que es el atletismo, donde queda muy bien demostrado cuando por ejemplo se hacen los sudamericanos escolares, donde llegan todos los países de Sudamérica además de los invitados Surinam y Guyana Francesa. Son 12 países participantes y Chile siempre está en el primero o a lo más, en el segundo lugar del medallero. Si estamos por sobre Brasil, Argentina, Colombia o Ecuador, que en categorías adultas están muy por sobre nosotros, quiere decir que el trabajo de base está muy bien hecho porque lo están realizando los profesores”, indicó Sergio Parra.

Desde las pesas, Juan Carlos Contreras aseguró que “claro que hay talento, pero lamentablemente se invierte mal porque se centralizan los recursos en los deportistas que llegan a la elite, pero se desconocen los procesos y a los niños que son parte de ellos. Recién se vienen a visualizar a los 17 años, cuando son capaces de lograr una medalla juvenil, porque es recién ahí cuando se les empieza a financiar. Pero resulta que a los 17 años, hay un trabajo desconocido atrás de casi nueve años, que lo solventa la familia. En nuestro caso tenemos la gran ventaja de ser apoyados por un municipio, pero eso no pasa siempre. El financiamiento debiese bajar a las regiones para que estos procesos sean bien llevados con un equipo multidisciplinario, no solo el técnico que tiene que ser además de kinesiólogo, terapeuta, psicólogo, cumplir el rol de papá y un sinfín de otras cosas”.

Manuela Urroz, integrante de las “diablas”, indicó que “de todas maneras que acá hay talento. Uno conoce muchas historias de deportistas que no pueden alcanzar sus objetivos debido a la falta de recursos o visibilización. Espero que con los años esta realidad cambie”.

En el remo, Juan Labra señaló que “sí hay talento. Creo que quizás falta acercar más el medio escolar hacia otros deportes o también generar espacios que aún están atrasados en infraestructura. Por ejemplo en la Región, espacios para natación hay súper poco, se da harto la natación en aguas abiertas y triatlón en el verano porque disponemos de cuerpos de agua, pero durante el resto del año y en piscina, no hay muchos espacios y cada vez hay menos. Solamente viendo el ejemplo del remo, el perfil físico que antes se diferenciaba tanto sin ir más lejos del argentino, donde uno normalmente en las selecciones uno veía deportistas con perfil físico más similar al europeo, ya desde muchos años que en Chile se generan ese tipo de deportistas”.

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