Campanil tuvo una gran fase regular, y en los playoffs ratificó ese rendimiento para quedarse con la corona. Sólo perdió siete partidos de 32 jugados, y Diego Silva y Carlos Milano, dos de sus mejores jugadores, analizaron lo que fue la temporada y dieron las claves de un plantel que alcanzó su gran objetivo.
A lo largo de la temporada, entre fase regular y playoffs, la UdeC disputó 32 partidos, de los cuales ganó 25 y perdió sólo siete. En la postemporada terminó invicto como local (7-0) y en una ocasión perdió dos encuentros seguidos, ante Leones en la final de la Conferencia Centro. Números que confirman la gran campaña auricielo, que le permitió levantar por primera vez en la historia la copa de la Liga Nacional.
En la campaña, hubo un hombre que brilló con luces propias. Diego Silva tuvo un año consagratorio, donde fue la principal figura del Campanil por largos pasajes. El 30 analizó lo fue una campaña inolvidable en lo personal y grupal.
“Tuvimos muchos inconvenientes para estar todos en cancha, aunque todos creíamos que con equipo completo éramos muy fuertes. En esos momentos fue importante tener un equipo largo, donde todos aportaron lo suyo y tomaron responsabilidades. Ahí nos hicimos fuertes, creímos en nosotros. Hoy somos un plantel con muchos jugadores importantes que salen desde el banco. Después de ese inicio no hubo lesiones importantes, salvo la última de Lauler”, dijo.
Además, comentó que “había una buena base, pero la llegada de Marechal y Arteaga potenció el equipo por su calidad como jugadores pero sobre todo como personas. Son de ese tipo de líderes que le hacen bien al equipo, sienten la camiseta, son de casa igual que nosotros. El equipo llevaba un par de años haciéndolo bien, pero ellos nos dieron un plus extra. Fue bonito ser campeón de conferencia justo con la vuelta de la gente al gimnasio porque siento que siempre han confiado en nosotros y en las malas han estado. Hay mucha conexión entre este equipo y la gente y me habría gustado ganar el título en la Casa del Deporte, pero después de ese 2-0 inicial, había que cerrarlo en Valdivia”.
Silva también destacó la confianza que ganaron al cierre de la fase regular, donde tuvieron una racha importante de victorias y las lesiones igualmente empezaron a quedar atrás.
“Creo que este equipo fue tomando forma y terminamos de gran manera la fase regular, con marca de 13-1 los últimos partidos, jugando siempre muy en conjunto y ese potencial se concreta en una serie durísima con Leones. Jugamos bien de local, debimos ganar uno afuera y no se pudo, pero lo cerramos cuando hay que sacar lo mejor de todos. Con Valdivia trabajamos mucho lo defensivo, nos propusimos bajar el goleo de ellos y lo logramos en casa, pese a las figuras importantes que tienen. Siento que cuando defendemos bien todo es más fácil porque arriba hay variantes y las cosas casi ya salen solas”.
Carlos Milano también fue figura desde que volvió al plantel, tras ganar la liga venezolana con Trotamundos de Carabobo. A diferencia de otros años, tuvo un rol clave en el equipo, con un protagonismo que nunca le llegó en campañas anteriores y que es un premio a un esfuerzo de años. El MVP de la final, sin dudas, reafirma el gran rendimiento que alcanzó en la campaña.
“El principio de año fue duro, no estábamos todos y ahí tuvimos la cabeza dura. No era fácil, pero el profe siempre supo qué hacer. Hubo lesiones y una pandemia que significó muchos partidos en poquito tiempo. También nos tocó duro para ganar la conferencia contra Leones, partidos complicadísimos y ahí no hicimos fuertes. Este plantel es una mezcla de un grupo que ya nos conocíamos bien. Yo llevo cuatro años en el club, he jugado mucho con Diego, Carlos, el Seba, con Madera. Eso se complementó muy bien con lo que te dan jugadores probados como Evandro y Lalo que siempre aportan algo más en playoffs. Lindo equipo”.
Milano también destacó la conexión que se logró con el público. “La gente quiere a este equipo porque se nota que somos todos identificados con el club. Sabemos la historia del club, muchos estudiamos acá, hablamos con el hincha. Amamos lo que tenemos en el pecho y cuando amas lo que haces lo disfrutas y lo proteges a muerte. Además, está el profe Cipriano que es un gran coach, te da confianza, nos entiende y nosotros lo que quiere. Nos hace creer en el éxito, te facilita todo y es muy cercano para conversar de todo”.
El venezolano también repasó lo que ha sido su historia en el Campanil, donde ha vivido diferentes etapas y, sin dudas, este momento es el más “dulce” que ha tenido como parte del plantel profesional de la UdeC.
“A mí me ha tocado de todo, a veces jugar poco, ahora mucho más. Yo disfruto cada momento porque sé que todo ha sido premio a la perseverancia. Me da alegría, mucha satisfacción estar jugando una final y sentirme importante, pero esto es puro trabajo y constancia. Por eso pudimos vencer a Valdivia, porque hay muchas individualidades, los que ya nombré, pero todos remamos para el mismo lado, todos defendimos, todos buscamos al compañero mejor ubicado. Nadie gana solo y ofensivamente le hacemos caso al profe”.