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El “León” ganó duelo clave y con abrazos para el “Tiburón”

Partido de discreto nivel, pero daba lo mismo. Deportes Concepción metió y corrió más que su rival, se impuso con justicia y dejó de ser el último en la tabla. No rodó ninguna cabeza -Renato Ramos se jugaba el puesto- y los morados están vivos, aunque deberán mejorar mucho para salir de la parte baja.

Por: Paulo Inostroza 10 de Agosto 2021
Fotografía: Ricardo Obando/El Rancagüino

Cuando se habla de partidos de vida o muerte, muchas veces se exagera. Bueno, en este caso no. Deportes Concepción llegaba último, después de uno de sus partidos más bajos del año y con ultimátum al técnico Renato Ramos. Solo servía ganar y la visita lo hizo. Sin mostrar tanto fútbol, pero sí siendo superior a su rival. Colchagua prácticamente no remató al arco de Darío Melo, en tanto que el “León” corrió muchísimo, metió en la zona media y pateó al arco más que en otras ocasiones. No siempre con fineza, pero con harta hambre. Fue justo 1-0 y algunos días de respiro para el “Tiburón”, el club y la hinchada.

Por lesiones, los lilas no podían contar con Kevin Baeza ni Fabián Neira en el ataque lo que derivó en un inédito tridente ofensivo que vio volver a Gabriel Vargas a la titularidad y tuvo por la banda a Ignacio Sepúlveda, hace rato sin acción. Y dentro de la pobreza del partido, ambos fueron importantes. El “Nacho” intentó un par de veces en el segundo tiempo, dos de los remates más amenazantes de Concepción, ambos desviados.

Por su parte, Vargas también intentó más hacia al arco, aunque bastante lejos de los tres palos. Repitamos que fue un partido de escaso fútbol y extremo nervio por parte de los dos equipos. Es cierto que la imprecisión de Colchagua en la zona media fue terrible, pero también hay mérito en lo que presionó, molestó y mordió el cuadro penquista en todos los sectores. Si ante Limache, los adversarios parecían aviones a su lado, esta vez pasó al revés y fue el local el que no podía parar un balón y pensar.

Alan se atreve

Mientras más corrían los minutos, más crecía la desesperación del equipo de la Herradura. Ideal era darles un golpe antes de ir a camarín y no dar la chance de recomponerse. En eso, un centro fue peleado por Vargas -sí, se lanzaban de cabeza a todas- y quedó a la entrada del área, donde Alan Muñoz tuvo tiempo para controlar y encajar su remate a la izquierda del portero Ogalde.

La celebración fue emotiva y dice mucho: el anotador corriendo para abrazar a Ramos y el resto de sus compañeros sumándose al desahogo. En este equipo, la falta de puntos no pasa por problemas de camarín, las razones son muchas, pero no esa. Y por eso ilusiona ver que el equipo entendió lo que se jugaba y corrieron por el otro, por su técnico, por no ver el nombre de Deportes Concepción abajo.

Hay que ser enfáticos: se ganó con justicia, pero sin muchas luces. Pero también hay que resaltar una defensa que hace rato viene siendo sólida y poca culpa se le puede atribuir en los últimos resultados. Fernández y Cisterna en lo suyo, contra un equipo que intentó cambiando nombres y dibujo táctico, pero nunca le encontró la vuelta. Los morados fueron capaces de aguantar concentradísimos los últimos 45 minutos, sin dejar una sola fisura, sin siquiera regalar un tiro libre cerca del área. Una faceta que anteriormente les ha penado.

Salió lesionado Muñoz, que pintaba para ser el mejor del encuentro y hubo espacio para ver a Ricardo González, que venía de una larga lesión. Colchagua terminó los últimos cinco minutos con un hombre menos y solo noticias positivas para un “León” que llegó a 7 unidades y superó los 6 de Colina y Colchagua. Un partido para devolver la fe, pero entendiendo que este equipo debe dar mucho más.

¿Vuelve el público?

La dirigencia lila cumplió con todas las peticiones para poder jugar este sábado con público en el Ester Roa frente al líder Independiente de Cauquenes. Solo falta la autorización de las autoridades, que sería entregada mañana, en reunión que se realizará a las 10 horas.

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