Deportes Concepción sobrepasó las 30 mil personas en Collao, comenzó ganando a Cobreloa con merecimientos y un despiste significó el empate naranja. El ascenso se definirá en Calama y todo está en cero.
Estaba todo servido para golpear primero otra vez, pero las finales se definen por detalles y Deportes Concepción se durmió un segundo y le faltó claridad para definir alguno de sus numerosos centros ofensivos. Sin jugar un mal partido, no pudo superar a Cobreloa y cerró un 1-1 que deja la historia abierta para la vuelta del domingo. El segundo ascendido a Primera División se definirá en Calama.
El arranque morado fue furioso y antes de los 3 minutos ya había amenazado dos veces. La primera con un pase al vacío de Joaquín Larrivey que encontró la arremetida sorpresa de Ariel Cáceres por el centro del área, pero el portero Hugo Araya achicó de buena manera. Un aviso de lo que haría el lateral que estuvo dubitativo en Copiapó, pero esta vez fue figura.
Pero de a poco, esa furia se fue haciendo menos clara, Valdivia comenzó a errar algunos pases fáciles y los desbordes de Gillard no terminaban siempre tan bien como amenazaban. La visita apostó claramente al empate o, al menos, a no salir herido de muerte, pero lentamente se entusiasmó y llegó con un cabezazo desviado de Gotti tras un córner.
Jara estuvo bien controlado, pero Zúñiga tuvo la más clara del visitante en un centro cruzado que lo encontró demasiado solo y resolvió con zurdazo pifiado. Los lilas terminaron el primer tiempo entre dudas, pero el café de Almendra estuvo cargado y se notó.
Pitazo inicial y los morados otra vez de cabeza sobre el arco rival, pero había que concretar al menos una. Como viene siendo costumbre, la balanza del ataque penquista se inclinó por el lado de Carlos Morales, que nunca se cansa de encarar, cambia de lado y a los 52″ metió un centro rasante atrás que terminó en el gol de Cáceres.
El local no bajó la intensidad, fue por otro y, cuando la gente más entusiasmaba, recibió un cachetazo que en ese momento no merecía. Sandoval trabó una pelota al medio, quedó ahí a merced del recién ingresado Iván Ledezma y el “Titi” metió un derechazo de primera sobre la cabeza de “Nico” Araya para emparejar las cosas a los 65″.
Siempre jugó más Concepción o intentó poner la pelota al piso, construir, buscar con Cáceres y Morales por el costado. Cobreloa apostó al juego directo hacia sus atacantes, pero nunca recibieron con comodidad. El tiempo pasaba y los zorros fueron firmando el empate con los dientes afilados para ir a Calama.
Los morados se habían acostumbrado a ganar en casa y después ir con dos resultados favorables afuera. Ahora será distinto, pero son 90 minutos más y los dos parten del mismo sitio.