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Antonio Zaracho: “Jugué hasta los 43 años, pero Arturo romperá esa marca”

Antonio Zaracho, técnico del fútbol femenino aurinegro, explica cómo jugar después de los cuarenta y cree que “Sanhueza es un caso único. Corre y se mueve lo mismo que cuando tenía treinta”.

Por: Paulo Inostroza 14 de Julio 2021
Fotografía: Carolina Echague

Ver a Arturo Sanhueza echarse al bolsillo el mediocampo de la mismísima “U” resulta sorprendente. A los 42 años y 4 meses. Y llama a preguntarse quiénes han sido los jugadores más longevos en nuestro fútbol. En Primera, el mítico Roberto Coll, el único que jugó con más de 43 años. En el top ten otros jugadores que brillaron en nuestra zona como Simón Kuzmanic, Mario Osbén y el “Tigre” Muñoz, todos retirados a los 42. ¿Y el más veterano de todo el fútbol nacional? El exportero de Ferroviarios, Raúl Coloma, quien jugó hasta los 47, una leyenda viva, ya con 93 años.

Un caso muy particular es el de Antonio Zaracho. El exportero de Vial, Huachipato y D. Concepción jugó hasta los 42 años en Chile, por Cobresal, pero un año más en Paraguay. “El 2000 fui campeón y logramos el ascenso con General Caballero. Incluso, fui premiado como el mejor arquero. Tenía 43 años y estaba estudiando para sacar mi título de técnico. Hacía las dos cosas y a cierta edad, agota. Del club me querían renovar, pero yo ya estaba pensando en mi futuro y se dio una posibilidad como asistente de Ramón Rodríguez, el técnico de Paraguay en España ‘82”.

¿Y cuál fue el secreto para mantenerse activo y a gran nivel? El también ex Antofagasta señaló que “en ese tiempo no había cámaras ni tecnología que ayudara a recuperar tu cuerpo o mantenerlo bien. No había ni celulares. Todo era cuidado personal. Yo nunca fumé, me cuidaba de dormir bien. Claro que después de los cuarenta te te tiras al suelo y en la noche duele más la espalda, tu cuerpo ya lo siente, pero es lo que te gusta hacer”.

Ese factor siente que es clave. “Si un día te levantas y no estás motivado, entrenas sin ganas, mejor te retiras. Yo el 2000 volví a Paraguay y se acercaron a mí con un proyecto interesante, el club quería ascender. Mi familia me apoyó, me decían ‘te veo bien’. Me gustó la idea. Eso pasa hoy con Arturo Sanhueza. El tipo está motivado porque quiere ganar siempre y quiere ganar con Vial, está identificado con el club, con los colores. Por eso quiere seguir compitiendo”, apuntó.

El “Caso Arturo”

Zaracho muestras sus fotos. “Es que en varias partes han dicho que me retiré a los 42. No, jugué hasta los 43 y fui campeón. Físicamente podía haber seguido, perfectamente”.

Y ahora, trabajando como técnico del fútbol femenino de Fernández Vial, con un equipo que suma y suma elogios, puede ver de cerca lo que hace Sanhueza y comenta que “es un caso único. Corre y se mueve lo mismo que cuando tenía treinta. Es excepcional porque la mayoría de los que jugamos después de los cuarenta éramos arqueros, desde Zoff a Buffon. Un jugador de campo necesita otro despliegue. Arturo no juega parado y desde ahí mete buenos pases. No, él se mueve mucho, va a buscar la pelota atrás y llega a apoyar arriba, te juega el partido completo. Ahí hay un gran trabajo del equipo físico y un profesionalismo a toda prueba por parte del jugador“.

Motivación, profesionalismo y agrega otro dato no menor. “Arturo sufrió una lesión muy grave el año pasado, que podría haber cortado la carrera de cualquier otro jugador mayor de cuarenta. Ahí ves que se cuida y es responsable, sigue todo lo que indica el cuerpo médico. Eso no lo haces cuando joven, crees que todo pasará así no más. La experiencia te da esa sabiduría, respetas más los tiempos”.

El cuerpo médico del club nos explicaba en marzo que si la práctica empieza a las 10, Sanhueza llega a las 8.30 para hacer un trabajo especial. Y luego del entrenamiento se va a la clínica y recién a las 3 de la tarde llega a su casa. Y no falla un solo día.

Zaracho advirtió que “yo jugué hasta los 43, pero Sanhueza va a romper mi marca. Lo ves jugar y parece que tuviera para rato, además se ve que lo está disfrutando”.

Cumplió con devolver a Vial a la B, pero va por más porque solo es viejo el que deja de soñar y al Rey le quedan un par de sueños.

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