En la mayoría de las casas de estudio hay entrenamientos virtuales un par de veces por semana. Y si bien quienes llevan más tiempo siguen comprometidos, en las disciplinas colectivas resulta más complejo. El paso a Fase 3 podría ayudar en el futuro cercano.
Mucho tiempo ha transcurrido desde las últimas competencias en el deporte universitario. Específicamente, desde antes del estallido social que no se realiza nada ni a nivel regional ni nacional. Con el paso a Fase 3 en buena parte del Gran Concepción, podría proyectarse un retorno a lo presencial, pero se prefiere la cautela. En este escenario, ¿cómo se mantiene la motivación mientras todo sigue en formato online?
Raúl Umaña, entrenador de balonmano de la UDD, destaca lo difícil que ha sido esta tarea, sobre todo cuando se trata de deportes colectivos .
“Ha sido muy complicado mantener la motivación.Quienes llevan más tiempo en este deporte son más constantes, y saben que en algún momento esto terminará y podrán retornar. Se ha hecho de todo, desde la parte física, charlas, juegos, algunos desafíos. Hemos ido variando. Además, actividades relacionadas con el coaching deportivo, apuntando a los estados de ánimo y emulando lo más posible una sesión presencial. Van apareciendo cosas, ideas, que se van probando”, dijo.
Umaña también señaló que, en este periodo de emergencia sanitaria, el interés por mantenerse en los entrenamientos en el caso de su universidad ha sido mayor en los varones que en las mujeres, aunque en ambos grupos hay gente que está constantemente participando de los programas virtuales.
“La UDD tiene un sistema que todos los semestres los chicos se tienen que inscribir. Se han ido algunos que han terminado sus carreras, pero han entrado otros que inician sus estudios. Algo llamativo es que en el caso de las damas ha bajado el interés y en los hombres ha habido un aumento. Con los varones, hay un promedio de asistencia de un 60, 70%, y en las damas cerca de un 40%. Pero del total de inscritos en ambas categorías la mayoría se conecta al menos una vez. Además, uno entiende que tienen obligaciones académicas que les limitan el acceso al deporte, pero siento que dentro de todo el balance es positivo, pues hacer un deporte colectivo de forma online es muy complejo”.
Tal como pasa en las mayoría de las casas de estudio, en el caso del balonmano de la UDD sus selecciones entrenan un par de veces por semana. Sobre la duración de cada sesión, Umaña indicó que es un poco relativo y va de la mano de la cantidad de alumnos participantes y de la actividad que se esté llevando a cabo.
“Hacemos dos sesiones por semana, martes y jueves en la tarde. La duración programada es de una hora y media, pero por lo general hacemos un poco más de una hora. Igual en eso influye el número de estudiantes que se conecten y cuál sea el contenido de la respectiva jornada”, aseguró.
Sobre si puede haber cambios en Fase 3, Umaña prefiere ser cauto, pues la situación sanitaria todavía es muy cambiante y más aun considerando la aparición de nuevas variantes, como la Delta.
“En la UDD, el jefe de Deportes, Roberto Valenzuela, ya tiene esbozado qué hacer cuando llegue esta instancia, y lo más seguro es que a la vuelta de vacaciones de invierno haya alguna novedad en cuanto a lo presencial. Pero obviamente lo primero es ver los temas de protocolos y las nuevas condiciones del plan Paso a Paso. También hay que tener mucha cautela, precaución, pues esta situación es muy variable y de mucha incertidumbre”, dijo.
Martina Devcic ingresó este año a estudiar Medicina a la Ucsc, y se integró a la selección de balonmano de la casa de estudios. Si bien señaló que la presencialidad se extraña, en su caso se ha mantenido muy motivada con los entrenamientos virtuales que se han desarrollado hasta el minuto.
“Me encantaría retomar las prácticas presenciales, hemos estado entrenando online pero el deporte es necesario con y sin cuarentena, así que es bueno adaptarse a las condiciones que se dan en este momento hasta que se pueda retomar todo con una relativa normalidad”, indicó.
Del programa que se desarrolla hasta ahora en la Ucsc, detalló que “tenemos como dos entrenamientos por semana. No he perdido la motivación, al contrario, con la pandemia como he tenido más tiempo y he entrenado mucho más”.
Sin embargo, como ocurre en la mayoría de los deportes colectivos, el practicarlos a través de una pantalla es muy diferente, se pierden algunos aspectos que es imposible replicar, como el contacto entre todos los jugadores, la interacción personal. Martina asegura que eso, justamente, es lo que más echa de menos de este periodo de prácticas virtuales.
“Extraño demasiado estar con mis compañeras, en la cancha, es distinto entrenar en un gimnasio que por Zoom, hay otro tipo de desarrollo y comunicación entre las jugadoras”, mencionó.