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El drama de Nicolás Villamil: tirado en el piso y a punto de perder la otra pierna

Avanzada diabetes tiene hospitalizado al ídolo morado de solo 56 años. “Su estado es paupérrimo”, contó uno de esos pocos amigos. También habló su ex compañero Óscar Lepe.

Por: Paulo Inostroza 08 de Junio 2021
Fotografía: nicolas villamil

Nicolás Villamil llegó a nuestra zona en 1988, con su pelo largo y arriba de una moto. Fue figura en el Deportes Concepción de Almada y Lee Chong, el de la Libertadores. Sus últimos años en el fútbol fueron a los tumbos, pero siempre quedó muy alto en la memoria del hincha. Desde el jueves está internado en el hospital Higueras y hoy debía ser operado. El tipo chispeante y de buenas historias vive días difíciles: solo en aquella pieza y sin posibilidad de visitas.

Carlos Echeverría, ex árbitro local, cuenta que “yo lo alojé en mi casa un tiempo y siempre he estado con Nicolás. Es un amigo. El jueves, el día del partido de Chile, lo pillé literalmente en el piso. Lo llevé a regañadientes al hospital. El sábado me dijeron que se había arrancado, fui a verlo y lo encontré, otra vez, en estado deplorable. Pedí una ambulancia y está ahí desde el domingo”.

Mucha gente quiere saber qué pasa con el otrora “1” del “León” y por eso detalla que “su estado es paupérrimo. Tiene comprometida la otra pierna, el lado de la prótesis está todo infectado y seguramente eso puede seguir. Tiene un riñón inflamado, anemia y una descompensación que también es sicológica. Súmale los problemas económicos. Es una pena, porque es una persona joven. Tenían que operarlo y solo queda rezar para que salga lo mejor posible”.

Su ex compañero, Óscar Lepe, comentó que “me da mucha tristeza hablar de esto. Siempre le dije ‘cuídate, no podís vivir de la alegría y los recuerdos’. Le decía que no puede estar siempre pasándose los semáforos en rojo. ‘Tenís que frenar’. El Nico es así, es porfiado, pero un gran compañero. Juntos nos reímos, peleamos, sufrimos y defendimos una camiseta. Como arquero era espectacular: rápido de piernas, con reflejos increíbles, ¿pero de qué sirve ahora? Le dije ‘cuídate, loco. Dios te dio otra oportunidad, pero aterriza’. Hubo muchos que se acercaron solo a sobarle el lomo, pero pocos a decirle las cosas”.

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