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El desafío de reinventarse en el deporte tras un fracaso o un mal resultado

En muchas disciplinas, hay procesos que toman años, como un ciclo olímpico. Y si no se consigue el objetivo, lógicamente viene un periodo de rabia e impotencia. Sin embargo, ello no sólo puede ocurrir por una competencia puntual, también suele pasar al sentirse “estancado” o sin motivación para continuar en algún momento. Atletas de diferentes áreas y un psicólogo deportivo analizaron el tema.

Fotografía: Andrés Oreña P.

Poco queda para una nueva edición de los Juegos Olímpicos. Un proceso que, para muchos atletas, es conseguir el resultado a un trabajo de años, o bien quedar con una sensación de derrota y frustración por no alcanzar el objetivo. Una sensación que, sin dudas, es parte del juego para todos quienes están en el alto rendimiento y también para quienes practican deporte de una forma más amateur. ¿Cómo se vive ese periodo y cómo se reinventa un deportista después de una caída?

Felipe Cárdenas es uno de los remeros más destacados del país, y comentó que “me ha pasado prepararme harto para algún evento y que no se diera como yo quería, o no se viera reflejado todo lo que entrené. Ahí, creo que lo principal es no echarle la culpa a nadie más, sino que analizar lo que uno mismo no hizo bien. Hay que mirarse al espejo y darse cuenta quién tuvo la culpa, y eres tú. No los rivales ni otras cosas. Ahí se debe revisar qué pasó: no me preparé lo suficiente, cometí un error”.

Además, agregó que “si uno se entrena tanto, con tanta dedicación, el día de la competencia no tendrían por qué salir las cosas mal, si en ese momento debes transferir todo lo que has hecho. En casi todas las disciplinas, ese instante nunca será más largo que tu jornada diaria de entrenamiento… Puede ser en triatlón o maratón excepciones. En el remo, son dos mil metros, y dependiendo el bote el tiempo puede ir de cinco minutos y medio a los siete minutos 20 segundos, y eso ni siquiera es un calentamiento de una práctica”.

Por ello, Cárdenas remarcó que “si uno se prepara a conciencia, sabe lo que hizo, siento que no tendría por qué irte mal. En el caso que no sea así, ya hay que analizar las cosas: en qué fallaste, qué se puede cambiar a futuro. Si es una competencia internacional, todos se prepararon igual o más fuerte que tú, y el que tenga más ganas y concentración alcanzará la meta”.

Pedro Morales ha tenido una dilatada trayectoria como futbolista.En ese camino, también hubo momentos donde tuvo que lidiar con la frustración.“El único secreto para superar la adversidad es trabajar y enfocarse. Que un resultado no se dé pasa por muchos motivos, pero si tú haces bien tu pega y das el máximo, siempre hay alguien que lo mira y lo valora. Puedes ser bueno, incluso cuando no ganas, pero siempre hay que buscar la oportunidad y tomarla. Hay jugadores que no les va bien una vez y se pierden”.

En ese sentido, añadió que “en Zagreb tuve un momento complicado después de una lesión en el hombro, no encontraba un lugar en el equipo y pensé volverme. Ahí mi mujer me tranquilizó, me dijo peléala y terminamos hasta en Champions. Nunca me he ido abajo por derrotas o perder algún partido, sufro más por las lesiones porque ahí hay cosas que no dependen de uno”.

Felipe Cárdenas también refuerza el valor del trabajo duro y la constancia. “Si alguien te gana porque fue mejor, se acepta de otra manera. Quizás hoy no tiene ese nivel, y te preparas para estar igual o mejor, y que no te pase que te equivoques en cosas evitables, en errores que se pueden considerar estúpidos. Y lo lindo del deporte es que siempre da revanchas…Puede sonar lejano un ciclo olímpico, que son cuatro años, piensas si vas a aguantar, pero lo haces. Te tomas unos días tras un periodo así, y vuelves. Ninguna competencia es la última, siempre hay revanchas…Por ejemplo, Francia en el Doble Ligero estuvo tres, cuatro Juegos Olímpicos en la final, sin sacar podio, y recién en 2016 fue oro. 12 años para llegar a eso…Si eso no es paciencia o perseverancia…Hay que tomar esos ejemplos y seguir siempre hacia adelante”.

El atleta Fernando Arévalo señaló que “nunca he podido ganar el Nacional y debo reconocer que me duele, que es una espinita que tengo. He sido segundo, tercero, he estado cerca. Duele porque siento que esas veces me preparé para ganar, tenía marcas para hacerlo y ese día pasó algo. Nervios, ansiedad. El deporte es así, hay muchas variantes. En el primer momento te da lata, piensas muchas cosas cuando sales del estadio y llegas a tu casa, pero dura eso. Al otro día hay que estar de vuelta”.

Además, indicó que “yo siento que soy fuerte de cabeza y una derrota deportiva no me dura más que eso. Afecta, pero tienes que entender que en el deporte se aprende de las caídas y nadie ganó siempre. Creo que las lesiones es un tema más complejo de llevar. El 2018 le pasó a un compañero, que le costó volver a su nivel después de algunas lesiones y al final se retiró, ahora en pandemia. Trabajaba y tenía condiciones, pero pasaron cosas que se escapan a uno. Lo apoyé porque el deportista necesita eso de sus compañeros. Yo también lo he necesitado”.

Enfrentar el bajón y salir

Consultado sobre si vivió un proceso de frustración, Cárdenas recordó que “más que mal resultado, me acuerdo que en 2015 pasé por un bajón de rendimiento, un estancamiento más bien. Veía como todos mis compañeros mejoraban sus marcas, y yo no quedé en los botes con opciones a medallas en ese entonces, y era muy frustrante. Te pasas mil películas, que a lo mejor ya cumpliste un ciclo, concentrarse en los estudios, pero cuando salí de ahí estaba mucho más fuerte”.

Sobre cómo pudo salir adelante, aseguró que “la verdad no hay una fórmula para decir ‘tienes que hacer esto para salir adelante’. Es una sumatoria de cosas, de no rendirse, de ser constante. A veces es necesario ‘comer tierra’ para seguir creciendo, retroceder un paso para avanzar tres. Por ejemplo, alguien que es bueno para las matemáticas seguramente en el pasado hizo muchos ejercicios. Nada es por azar o resulta de un día para otro”.

Pedro Morales recordó que “cuando estaba Sampaoli en la U y yo no jugaba, pero trabajé duro todas las semanas y de repente me salió una opción en Málaga y, gracias a eso, llegué allá y estaba preparado. No jugaba mucho en Chile y me fue bien en España. Eso es por trabajar y no perder el foco. Quizás pude bajonearme por no tener más chances en la selección, cuando me citaba Bielsa, pero uno de a poco se da cuenta si te tenían en cuenta o no. Trabajé igual por si me tocaba. Gary, Arturo y otros podían lesionarse y los iban a llamar en cuanto volvieran, porque se ganaron eso. Los normales tenemos que trabajar y siempre demostrar (…) Creo que cuando jóvenes somos menos tolerantes al fracaso, nos echamos a morir. Sobre todo, cuando cuesta que se abra una puerta”.

En el caso del atleta Fernando Arévalo, reconoció que la pandemia lo golpeó duro. “Llegar segundo en competencias importantes es duro, pero el momento más difícil para mí fue la pandemia. Estuve tres meses sin tener donde entrenar, me mandaban trabajos y estaba desmotivado. Extrañaba el grupo, ir al estadio. Ya me puse las pilas y ahora estoy preparándome para el Nacional Sub 23, seguramente en agosto, que clasifica al Panamericano. El atletismo en pandemia es raro, siempre puede haber una fecha medio sorpresa y hay que estar preparado. Es la única forma de mejorar, de no sentirte mal en las derrotas. Lo mejor es saber que lo diste todo”.

Para ganar, hay que fallar

Alexi Ponce, psicólogo deportivo y director de Go Focus, comentó que “lo primero que hay que decir en esto es que la tolerancia a la frustración es una capacidad que el deportista competitivo ha desarrollado a lo largo de su trayectoria.Nadie es ganador de entrada. En ese camino, muchas se falla, se cometen errores y hay rivales que hacen mejor las cosas, y eso es parte del crecimiento”.

En esa línea, añadió que “una de las características que uno busca desarrollar, por un lado, es la tolerancia a la frustración, y por el otro, tolerancia a la rutina, pues siempre hay que repetir muchas cosas.Para quien no está en la actividad a lo mejor lo ve como algo muy complejo, pero ellos saben que es parte de las posibilidades. El deporte tiene un momento que, por más que yo haga mi trabajo, se marcan diferencias por un segundo, una milésima, un punto o un gol, así que es parte de esa realidad que yo le gane a otro o bien sea superado por un rival”.

En los deportes colectivos, el no conseguir un objetivo depende de un grupo, mientras en los individuales la responsabilidad es personal. ¿Cómo influye eso en la forma de afrontar un fracaso? “Una base de la elección de la actividad pasa por eso. Hay gente que tiene una mayor autoexigencia o tolerancia a la frustración va por uno individual.En cambio, quien prefiere un poco diluir la responsabilidad seleccionará uno colectivo. Sin embargo, después cuando hay episodios de frustración ocurre algo similar: en el colectivo, la persona se cuestiona qué hizo mal para el equipo, que no pudo aportar o qué error cometió, y lo mismo pasa en los casos de quienes están en disciplinas individuales, los cuestionamientos son parecidos”, dijo Ponce.

En ciertas situaciones, ya sea por antecedentes o la propia realidad del momento, que un deportista o un equipo consiga un éxito puede ser predecible. Por ello, no lograrlo puede ser más frustrante. A juicio del psicólogo deportivo, “el deportista siempre busca tener el mayor control posible sobre la situación. Hay deportes más cerrados, de tiro o precisión, y otros más abiertos, donde se depende de lo que haga el otro también, como un tenista, un judoka o una taekwondista.El deportista debe entender las características psicológicas de su disciplina. A pesar que puedo haber trabajado y hecho muchas cosas, se tiene que convivir con un objetivo no alcanzado.Cuando eso ocurre, es lógico que exista una frustración, y para ello hay que ir desarrollando herramientas que permitan vivir ese proceso de la mejor manera”.

A nivel general, Ponce afirmó que a veces hay cosas que no se pueden manejar, y por eso hay que ser cuidadoso con los mensajes que se transmiten. “Se usan frases como ‘querer es poder’, ‘si te lo propones lo vas a lograr’ o ‘basta que lo pienses y lo conseguirás’. El deporte competitivo tiene una realidad más allá de lo humano, por decirlo de alguna manera. En cualquier ámbito de la vida, una persona que estudie sabe cómo puede llegar a conseguir su meta final. Basta que dedicarse y sacrificarse unos años y seguramente eso tendrá sus frutos. Eso no existe en el mundo del deporte, donde el atleta se prepara, entrena y al final una milésima puede marcar una diferencia, quedar fuera de un podio. Por eso debe haber una preparación mental para que se pueda convivir con el éxito, que es más raro, y con las derrotas, que son más comunes”.

Además, sobre si es normal tener un periodo de “duelo” tras un fracaso, destacó que “es normal si quiero pegarle al balón y enviarlo a tal lugar, frustrarme si no lo consigo.Se puede ir de ese tipo de micro frustraciones a las macro, cuando no logro un determinado objetivo.La respuesta emocional es bastante automática y esperable, lo importante es ver cómo se ha trabajado para eso. Si ante una competencia, me paro frente a la situación en la cancha, gimnasio u otro espacio y me hago la pregunta, como deportista, si estoy preparado para salir airoso, seguramente la respuesta que se tenga en ese minuto estará asociada a toda la preparación. Cuando me respondo eso, se convive con una realidad que ayuda a salir adelante. Michael Jordan dijo una vez que fue muy exitoso porque falló muchas veces. Eso es muy real en el deporte competitivo”.

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